Las sillas de ruedas sirvieron ayer como trampolín a 400 personas con discapacidad que se reunieron en las instalaciones del Club Náutico Costa Blanca. Un trampolín que les llevó a navegar entre tablas de pádel surf, remos de kayak y muchas otras actividades recogidas dentro de «La Mar Solidaria», la segunda edición de una iniciativa impulsada por la Universidad de Alicante con el objetivo de exprimir el medio acuático para fomentar la integración del colectivo. «Es el evento de este tipo más grande de España», apuntó uno de los organizadores.

Después del buen sabor de boca del primer encuentro de La Mar Solidaria el pasado año, la organización ha logrado crear de nuevo el ambiente necesario para una jornada de diversión marina. El evento, construido de la mano del Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Inclusión e Igualdad de la UA y el Club Náutico Costa Blanca, contó con un total de 800 participantes entre los que 400 eran personas discapacitadas que integran las agrupaciones Upapsa y Cocemfe, según las cifras que anotó la organización.

«Es el evento de este tipo más grande de España», explicó Juanjo Caselles, técnico de ocio en Cocemfe, Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica. A su lado, colocado en el centro del recinto, extendido entre la playa de la Albufereta y la playa de la Almadraba, Juanjo Rodes, organizador, añadía después de esta afirmación un fuerte sello de respaldo: «Vinieron del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y nos dijeron que no había un evento así en todo el país». Y, en efecto, la visita de Borja Franjul, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad, certificó la validez de actividades como ésta «para hacer un mundo mejor».

Los participantes tuvieron la oportunidad de participar en diferentes disciplinas deportivas como bautizo de buceo, buceo adaptado o limpieza del fondo marino a cargo de Actividades Subacuáticas de la UA; pádel surf de la mano de República SUP; o fútbol playa junto a la sección paralímpica de Hércules. También, además de remo, piragua y vela ligera, formaron parte de talleres capitaneados por el Club Marcha Nórdica y el Club Rugby de Alicante, así como el Club Vóley San Vicente.

Pero el punto fuerte llegó a las 13:30 horas. Con el aroma de una enorme paella calentándose como «premio», doscientas personas se preparaban para arrancar una travesía a nado coordinada por los clubes RC/ y Manatíes. Entre las distancias posibles a recorrer había una de 50 metros, otra de 100 y una tercera de 400, pero ni uno se resistía al plato fuerte. «Hemos hecho tres recorridos, pero todos se empeñan en que quieren hacer el más largo», bromeaba con orgullo Rodes.

El presidente de Cocemfe, muy agradecido por la participación de más de sesenta voluntarios y voluntarias, se mostró satisfecho con el resultado de un evento que «con tan solo dos ediciones está funcionando así». «La gente con discapacidad se merece poder tener contacto con el mundo del deporte acuático», añadió.