Cerca de un millón y medio de viajeros utilizaron el AVE entre Alicante y Madrid el año pasado, lo que supone una media de 4.100 personas que subieron o bajaron del tren en la estación de Alicante con un pico máximo de 7.400 que se produjo el Miércoles Santo, un «hito» en la historia ferroviaria de la provincia. Estas elocuentes cifras las desveló el gerente de Servicios Comerciales Este de Renfe, José Antonio Grandell, en el transcurso de un desayuno informativo celebrado en INFORMACIÓN con motivo del 160 aniversario de la llegada del ferrocarril a Alicante. En el mismo, moderado por el subdirector del periódico Fernando Ramón, también participaron el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (Aefa), Francisco Gómez, el tesorero de la Cámara de Comercio, Armando Sala, y el directivo de la Asociación Alicantina de Amigos del Ferrocarril, José Daniel Hernández.

Todos ellos coincidieron en destacar el vuelco que representó para la provincia la llegada del nuevo medio de transporte que, tal y como recordó Gómez, supuso el paso de una sociedad agraria a otra industrial. De hecho, recordó la anécdota de que en Benidorm a Isabel II le ofrecieron sandías cuando recorrió Alicante con motivo del viaje inaugural. La transformación y el progreso llegaron de la mano del ferrocarril y «gracias a estas infraestructuras Alicante se sitúa hoy entre la cuarta y la quinta provincia de España por aportación al PIB», indicó el presidente de Aefa.

Armando Sala afirmó que «sin el tren la provincia no sería lo que es» para después señalar que «ahora mismo estamos en un punto de inflexión. Necesitamos que esas inversiones se sigan produciendo. El desarrollo de la zona de las vías de la estación y la nueva terminal con conexión al TRAM y al aeropuerto son fundamentales», argumentó. «Si los presupuestos para la provincia fueran un poco más generosos podríamos conseguirlo y mejorar la economía provincial», apostilló.

En opinión de Grandell, «el ferrocarril ha protagonizado una revolución silenciosa que ha cambiado la forma de vivir y de actuar de las personas». En sus 160 años de historia en la provincia el ferrocarril ha pasado por distintas etapas de modernización hasta llegar el AVE en 2013. Así, el responsable de Renfe destacó en la historia reciente el cambio de infraestructuras a ERTMS (sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario) de nivel 2 lo que permitió aumentar la velocidad sensiblemente en 2011 cuando aún funcionaban los Talgo. Gracias a ello mejoraron también la capacidad y las prestaciones y con el tiempo permitió incrementar también las frecuencias de los viajes. «En estos momentos ofrecemos ocho frecuencias entre Madrid y Alicante de Alta Velocidad AVE y dos de Alta Velocidad Alvia», recordó Grandell.

Hernández remarcó que en 1911 el tren tardaba entre 16 y 18 horas en cubrir el trayecto Madrid-Alicante y cambiaba cuatro veces de locomotora. Hoy, gracias a la alta velocidad el tiempo de viaje no llega a las dos horas y media.

El hecho de poder ir y volver a Madrid en el día ha abierto todo un campo de posibilidades, sobre todo profesionales y de negocios, pero también de ocio y turismo. «En 2015 los viajes de carácter profesional representaban el 55% del total en el AVE Alicante-Madrid y los de ocio/turismo descendieron al 19% pero ahora estos últimos se han recuperado y alcanzan ya el 26% por lo que podemos decir que el AVE es un dinamizador del turismo no sólo de sol y playa sino también gastronómico y de otros tipos en los que buscamos nuevos yacimientos», señaló el directivo de Renfe quien además incidió en que en el caso de Alicante este tipo de viajes no repercuten negativamente en las pernoctaciones hoteleras.

En este sentido, los responsables empresariales manifestaron que desde que el AVE llegó a la capital de la provincia se ha incrementado la conexión con Madrid en el plano económico. «También ha cambiado la forma de trabajar en la provincia porque ahora a un empresario no le asusta tener a sus asesores o a sus socios en Madrid», dijo Gómez. «E incluso hay empresas que traen la sede a Alicante porque les resulta más barato», añadió Sala. Siguiendo esta línea ninguno descartó que atraídos por la calidad de vida y el clima de esta tierra Alicante se convierta en una especie de «ciudad dormitorio» de Madrid teniendo en cuenta que ya es «su playa y su puerto». «Podría ocurrir con el AVE lo mismo que ya se da con los extranjeros que disponen de buenas conexiones aeroportuarias y pasan aquí parte de la semana con su familia aunque trabajen en su país, si bien es cierto que no es lo mismo pasar un invierno en Estocolmo que en Madrid», concluyó Gómez. Pero sí se mostraron convencidos de que ayuda al turismo residencial. No obstante, el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar reivindicó conexiones con el sur de la provincia y más inversiones. Aunque no dependa de Renfe, que actúa sólo como operadora, sino del Ministerio de Fomento y de ADIF, Gómez quiso recalcar que «necesitamos un plan ferroviario que vertebre la provincia porque el AVE es del siglo XXI, pero faltan inversiones en el resto de infraestructuras. La alta velocidad llega a Alicante pero el turismo viene a toda la provincia y es necesario aumentar la conectividad. También habría que electrificar la línea de Cercanías Alicante-Murcia», reivindicó. Al tiempo que urgió a invertir en las líneas de mercancías y a evitar que Alicante se quede aislada dentro del Corredor Mediterráneo. «Las autovías van sobresaturadas de camiones y hay que dar una solución. Además tenemos el parque empresarial de Elche, el aeropuerto y el sector agroalimentario de la zona sur que no pueden quedar fuera y perder competitividad», añadió.

Grandell aclaró que a nivel pasajeros la próxima línea de AVE Madrid-Murcia dará servicio también a Elche y la zona sur de la provincia y aunque no dependa de Renfe dijo saber que hay previstas inversiones para mejorar las mercancías. Hernández aportó que «ya se están experimentando ejes nuevos para que vagones de mercancías salgan de cualquier parte de España y lleguen a cualquier parte de Europa».

Así, el tren como medio de transporte vuelve a vivir una época dorada tras perder algo de fuelle el siglo pasado en beneficio del avión y del coche. Como ejemplo, sólo en el trayecto Alicante-Madrid el tren acapara el 82% de cuota con respecto al avión.