Durante todo este mes de mayo, al igual que ocurrirá entre el 16 de septiembre y el 15 de octubre, la mitad de la playa de San Juan cuenta con vigilancia durante los fines de semana, mientras que la otra mitad no dispone del mismo servicio. Entre semana, de lunes a viernes, ni un tramo ni el otro disponen de servicio de vigilancia por ahora. Así lo recoge el contrato que entró en vigor a principios de este año, con los socialistas al frente del gobierno local. Esta circunstancia ha llevado a que, durante el pasado sábado y domingo, la mitad de la playa de San Juan tuviera el baño permitido (entre la zona central de restauración y el término municipal de El Campello), mientras que la otra mitad (hacia el entorno del Cabo) izara la bandera roja ante la amenaza de carabelas portuguesas y la ausencia de socorristas. Esta división en dos zonas de San Juan acabará el próximo 1 de junio, cuando empieza la «temporada alta» en todas las playas, según el pliego de condiciones del servicio de salvamento, que se extenderá en niveles máximos hasta mediados de septiembre.

La socialista Eva Montesinos, que fue concejala de Turismo hasta la llegada del PP al gobierno municipal, defendió ayer el contrato recientemente adjudicado. «Se ha ampliado en más de 100.000 euros sobre el contrato anterior firmado por el PP. Se ha hecho un esfuerzo enorme por incluir Tabarca y la playa de perros de Aguamarga. Si el PP no nos hubiera dejado 140 millones de deuda, lo hubiéramos podido ampliar más», añadió Montesinos, en respuesta a la actual concejala de Turismo, Mari Carmen De España, quien a su vez se defendió alegando que el PP ha heredado el pliego de los socialistas: «Nos hemos encontrado este pliego. El contrato llega donde llega. Creo que toda la playa de San Juan debería estar incluida en el contrato, por lo que trabajaremos para que así sea en otros años».

«Cerrar, lo más fácil»

Los detalles del pliego del contrato de salvamento de las playas volvieron a jugar ayer una mala pasada al gobierno del PP, al igual que sucedió recientemente a la concejala de Turismo, María Carmen de España, con los socorristas en Tabarca. En esta ocasión, el desliz fue del alcalde de Alicante, Luis Barcala, quien aseguró que el pasado fin de semana «no estaba previsto que hubiera servicio de socorrismo». Barcala añadió que, poco después, sería la concejala De España quien explicaría cómo se ha «dotado de este servicio que no estaba previsto para este fin de semana [sobre el pasado]». Sin embargo, su compañera de gobierno intervino una hora después para corregirle, al asegurar que los socorristas en las playas de San Juan (una zona) y el Postiguet estaban ya incluidos en el contrato. «Al entrar en el gobierno, utilizamos las horas de mejora del contrato para puentes», añadió la edil, en alusión a la festividad del pasado 1 de Mayo, que se extendió un día más en la Comunidad de Madrid.

Barcala, por otro lado, criticó ayer a los ayuntamientos que decidieron cerrar las playas el pasado fin de semana, aunque Alicante sólo permitió el baño en El Postiguet y en la mitad de San Juan. «En otras playas han optado por lo más sencillo, que es dar cerrojazo y no medir las consecuencias a nivel turístico y de imagen de la propia ciudad. A nosotros nos parecía que había que ser más precisos, hacer un seguimiento más directo de las playas por tramos, para poder ir cerrando o abriendo en función del riesgo», señaló ayer el alcalde de Alicante, quien presumió del resultado: «¿Las consecuencias? Ni un solo caso de picadura».