Rebelión en la terminal. Los pasajeros del vuelo que conecta esta mañana París con Alicante de la compañía Vueling se han negado a subir hasta que la tripulación desalojara a un pasajero al que habían permitido acceder al aparato en evidente estado de embriaguez. Pese a las protestas iniciales de los pasajeros, que habían advertido al personal de embarque de la situación del pasajero -sucio, bebiendo cerveza y dando tumbos según testimonio de una de las pasajeras-, el viajero, un hombre joven ha accedido al interior sin problemas.

Es entonces cuando el resto del pasaje se ha negado a subir hasta que no se resolviera el incidente. Se ha personado la Policía que tras comprobar el estado del individuo han procedido a su desalojo. En estos momentos el embarque ha comenzado a desarrollarse con normalidad pero el vuelo acumula un retraso de unos 45 minutos. La hora prevista de llegada eran las 11.35 horas pero hay demora aunque el incidente se ha resuelto.

"Es incomprensible que el personal de Vueling haya dejado pasar a este pasajero que yo creo que hasta se había hecho encima sus necesidades. Lo que me parece alucinante es que pese a que lo hemos advertido nos han dicho que no lo sacaban. Al negarnos a subir ha intervenido la Policía y se ha solucionado", subraya Francisco, uno de los alicantinos que regresa a Alicante desde Orly.

El avión ha aterrizado sin novedad en el aeropuerto de Alicante-Elche sobre las 12 horas. Varios pasajeros han denunciado los hechos en la oficina de Iberia lamentando que la tripulación no ha sido capaz ni de pedir disculpas en nombre de Vueling.