El 2018 va a ser un buen año para las empresas familiares de la provincia. Tras varios ejercicios de recuperación, la crisis parece haber quedado atrás y la mayoría de las compañías prevé incrementar su facturación este ejercicio y, con ella, el volumen de sus plantillas. Sin embargo, esto no significa que no vean también algunos nubarrones en el horizonte y, de todos los posibles, son las consecuencias del proceso independentistas catalán el que más desconfianza les genera.

Al menos así lo aseguran los participantes en la encuesta realizada entre los asistentes a la pasada asamblea general de Aefa, la organización que agrupa a 128 empresas de este tipo en Alicante. En concreto, casi seis de cada diez empresarios familiares de la provincia -un 57,78%, para ser exactos- señalan la situación catalana como el acontecimiento político que más puede afectar a su negocio durante el presente ejercicio, de los cinco que plantea la consulta. De esta forma, el independentismo toma el relevo del Brexit, que el año pasado ocupaba la primera posición, con un 45% de respuestas, -la consulta se realizó en marzo, antes de que el conflicto en Cataluña cobrara fuerza- y que en esta ocasión ha caído hasta el segundo lugar, con sólo un 15,56% de empresarios preocupados.

En tercer lugar se sitúa la política estadounidense, con un 11,11% de respuestas -dos puntos más que el año pasado-, casi empatado con la situación de China o Rusia; y, en último lugar, el terrorismo internacional, que en 2017 sumó un 23% de contestaciones frente al 4,44% de esta edición.

Incertidumbre

«De alguna manera, los empresarios dan por amortizados los posibles efectos del Brexit porque se ha visto que los turistas siguen llegando y que, aunque se haya reducido algo el volumen, también siguen comprando casas. En el caso de Cataluña no se sabe qué va a ocurrir y es esa incertidumbre, el no tener claras las cosas todavía, lo que no gusta a los empresarios», apunta el presidente de Aefa, Francisco Gómez, sobre los resultados de la encuesta. «Lo único que es seguro es que la imagen de España se ha visto afectada y está por ver de qué forma va a influir en las inversiones internacionales o en la evolución económica aunque lo cierto es que los datos de PIB, de momento, no muestran que haya una gran afectación real», reconocía Gómez, que apuntó que, «probablemente, el aumento de precio del petróleo que ha generado la decisión de Trump de romper con Irán acabará teniendo un impacto real mayor», aunque cuando se realizó la encuesta aún no se había producido este hecho, por lo que no se incluyó.

En cualquier caso y a pesar de la inquietud que muestran, la mayoría de los empresarios familiares alicantinos no cree que la sangre llegue al río y, aunque puede que lo haga con menor intensidad, casi todos creen que la recuperación continuará y la economía mejorará (54%) o que, como mínimo, seguirá igual (43,64%).

Todavía más optimistas se muestran cuando se les pregunta por las previsiones de su propia compañía, lo que no está mal dado que entre los socios de Aefa se encuentran la mayoría de grandes empresas de la provincia. Así, un 83,67% de los participantes prevé incrementar su facturación este ejercicio -casi cinco puntos más que en la anterior edición- y ni una sola cree que le irá peor.

Como es lógico, para acompañar este crecimiento, una gran parte de ellas -un 64,81%- considera que necesitará aumentar su plantilla frente a sólo un 3,70% que anticipa nuevos ajustes de personal a lo largo del ejercicio. Quizá por eso, precisamente, casi cuatro de cada diez encuestados asegura que la «rigidez de los sistema de contratación» es la principal dificultad que tiene para expandirse, por encima, incluso, de los que señalan a la competencia.

De cara a los retos de futuro para los próximos dos ejercicios, tras haber aumentado facturación en estos últimos años, ahora lo que quieren las empresas alicantinas es mejorar su rentabilidad (21,82%), mientras otro 20% apunta a la necesidad de innovar co su principal desafío.

Doble discriminación de Alicante

La encuesta de Aefa también pregunta a los empresarios alicantinos por el trato que reciben la Comunidad Valenciana y Alicante por parte de las administraciones y sorprende la rotundidad casi unánime de los resultados. Hasta un 98% de los participantes asegura que la autonomía no recibe un trato adecuado por parte del Gobierno en cuanto a inversiones o infraestructuras y otro 96,23% considera que Alicante recibe este mismo trato discriminatorio por parte de la Generalitat. «Las respuestas no son más que la constatación de una realidad y es que Alicante está doblemente discriminada y que debemos plantarnos ante esta situación», asegura Francisco Gómez. Igualmente, la encuesta también revela que los empresarios creen que la administración todavía consume demasiados recursos y que es necesario recortar sus gastos. «Es la gran reforma pendiente», concluye Gómez.