Fuentes de Alcaldía insistieron ayer en que el actual regidor alicantino, Luis Barcala, llegó a la Concejalía de Medio Ambiente a finales de 2012, un año después de que se iniciasen las obras del Observatorio de Medio Ambiente, cofinanciado por Europa y que abrió sus puertas el pasado 2017 pese a que el plazo de ejecución inicial era de doce meses. «Un año después de llegar a la concejalía, la empresa concesionaria lo dejó, desmontó la grúa y dijo que quería más dinero para continuar con las obras. Barcala se limitó a iniciar la rescisión del contrato», señalaron ayer desde Alcaldía en respuesta a las intenciones hechas públicas por el grupo municipal del PSOE de llevar el caso ante la Fiscalía por supuestas irregularidades, aunque sin concretarlas a día de hoy.
Con ese objetivo, los socialistas, que estuvieron al frente del área desde el pasado noviembre y hasta la investidura de Barcala de hace un mes, han registrado un escrito en el que reclaman el expediente completo de una obras cuyos retrasos obligó al Ayuntamiento a devolver unos 65.000 euros de financiación a Europa. Además, un juez obligó al Consistorio, ya durante la etapa del tripartito, a pagar unos 80.000 euros de indemnización a la empresa con la que el anterior equipo de gobierno, del PP, rompió el contrato por supuesto «incumplimiento» de los plazos acordados. Fuentes de Alcaldía subrayaron ayer que el dinero que un juez obliga a pagar al Ayuntamiento, en una sentencia recurrida, corresponde a la obra que ejecutó antes de dejase el proyecto.
Respecto a las deficiencias en las instalaciones advertidas en un informe técnico de riesgos laborales, las mismas fuentes de Alcaldía culparon a Guanyar y al PSOE de la gestión del Observatorio de Medio Ambiente, que abrió con Víctor Domínguez como responsable y que continuó con Fernando Marcos hasta la llegada del PP al gobierno municipal el pasado mes de abril. «En septiembre de 2015, el tripartito volvió a adjudicar las obras por lo que el final de la construcción depende de Guanyar y del PSOE. Además, durante los últimos meses, los trabajadores se han quejado y no ha habido ningún tipo de respuesta», prosiguieron ayer desde Alcaldía. El citado informe sobre riesgos laborales alerta de deficiencias en unas instalaciones que se inauguraron hace apenas un año. El documento, remitido por la entidad evaluadora al Ayuntamiento el pasado mes de abril, insta a la concejalía a adecuar el centro para evitar caídas al mismo y a distinto nivel del personal municipal, fatiga visual y desajustes de temperatura, entre otros riesgos identificados en una instalación cofinanciada con fondos europeos y presupuestada inicialmente en un millón de euros.
El informe subraya la «ausencia de barandillas y protecciones reglamentarias en el acceso a distintos puntos elevados del centro» y advierte de «deslumbramientos en general y temperaturas elevadas por incidencia de la luz solar directa durante toda la mañana por todo el lateral del centro que dispone de tabiques acristalados».
El equipo de gobierno, del PP, aseguró ayer que analizarán la situación actual de la instalación para comprobar qué actuaciones son necesarias para llevar a cabo y determinará si se debe trasladar a los trabajadores a otros espacios.
Desde Ciudadanos culparon ayer a PP y al extinto tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) de «la desidia que preside todo lo que tiene que ver con el Observatorio de Medio Ambiente». La edil Giraldo aseguró que «el edificio no tiene las condiciones necesarias para garantizar el bienestar de los funcionarios que trabajan allí».
