El alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, no quiere que nadie le haga un ápice de sombra en los actos oficiales que tiene por delante en el año que falta para las próximas elecciones municipales. O esa conclusión extraen los grupos de la oposición tras las actitudes vistas en los últimos días, desde que el dirigente popular accedió a la Alcaldía en el pleno de investidura celebrado hace casi un mes.
La última imagen que llamó la atención entre los concejales de la oposición se produjo este pasado sábado, en los actos del Día de la Policía Local que tuvieron lugar en el Castillo de Santa Bárbara. En esa ocasión, frente a lo ocurrido en las dos ediciones con la izquierda al frente del gobierno municipal, el subdelegado del Gobierno, José Miguel Saval, se situó junto al resto de concejales, fuera del estrado reservado para el alcalde, el concejal de Seguridad, José Ramón González, y el intendente jefe de la Policía Local, José María Conesa. El representante del Gobierno central en la provincia, que pugnó por ser el alcaldable popular en una lucha que quedó enterrada tras la investidura de Barcala, se colocó entre los ediles y no tuvo turno de palabra. «Llegué a la hora que me dijeron y me puse donde me indicaron. Si me hubieran dado la palabra, habría hablado encantado porque le tengo mucho aprecio a la Policía Local. Habrá sido una directriz del nuevo equipo de gobierno», señaló ayer Saval a preguntas de este diario, quien descartó que no intervenir fuese una decisión personal. Fuentes de Alcaldía señalaron ayer que se siguió el «protocolo habitual» para el Día de la Policía Local, ya que desde el principio «se planteó que hablasen los que hablaron», en referencia a Barcala, el edil José Ramón González y el agente Conesa.
Esta decisión de colocar en la zona preferente al alcalde, al concejal de Seguridad y al jefe de la Policía Local se suma, según recordaban ayer desde la oposición, a un reciente acto de Hogueras, que se celebró también en el Castillo con motivo de la recepción oficial a las por entonces candidatas a Bellea del Foc. En el evento de principios de este mes de mayo, Barcala se colocó en una posición adelantada, saludando a las aspirantes, mientras que el resto de concejales, incluidos los del PP, se situaron en una tarima a su espalda. Esa disposición fue criticada, incluso, por cargos populares, que censuraron estar más de una hora de «pasmarotes». La oposición se sumó a las críticas, añadieron que ediles del PP admitían en privado que durante el gobierno de izquierdas no se apartaba al resto de concejales en los actos. Este sábado, desde la oposición también se criticó la falta de medios de transporte para acceder al Castillo.
