Los vecinos del Casco Antiguo se oponen frontalmente a que los locales de ocio dispongan de una ampliación de horario de cierre en verano y reclaman al Ayuntamiento que elabore el mapa acústico que sigue pendiente en base a los sonómetros que miden el ruido en distintos puntos del Barrio, y que revelan que los niveles acústicos «superan con creces los niveles autorizados por ley». La asociación de vecinos Laderas del Benacantil presentó el pasado mes de enero en el registro del Ayuntamiento, cuando aún gobernaba la izquierda, un escrito solicitando la reducción general de los horarios de cierre de una serie de establecimientos comprendidos en la zona del Casco Antiguo entre la avenida Jaime II, la Rambla, la Explanada y el inicio de Virgen del Socorro. Se refieren a locales con licencia «B», es decir, cafés-teatro, cafés-concierto, cafés-cantante, pubs y karaokes, y salas de exhibiciones especiales que pueden funcionar entre las 12.00 horas y las 03.30 horas; así como a establecimiento con licencia «I», es decir, salas de fiesta, discotecas y salas de baile con apertura a las 17.00 horas y cierre a las 7.30 horas; y también a los del tipo «J», es decir, ciber cafés, restaurantes, cafés, bares y cafeterías que abren entre las 6 horas y la 1.30.

Los vecinos presentaron asimismo otro escrito ante la Conselleria de Gobernación reclamando la reducción de horarios de estos establecimientos. Ahora, y a la espera de que tanto el Ayuntamiento como la Generalitat resuelvan esa reclamación, piden que en verano no sea aplicada ninguna ampliación de horarios de cierre al ser incompatible con las solicitudes pendientes de resolución.

Por otra parte, el concejal socialista Fernando Marcos pide a la concejal de Hostelería, Marisa Gayo, del PP, «que se deje de ocurrencias y se informe antes de juzgar el trabajo que venía realizando la Policía». El edil recuerda que la unidad Fox, que ahora quiere recuperar Gayo, no cubría totalmente las horas del tardeo, «nadie trabajaba, por ejemplo, el sábado por la tarde, por lo que poco podía hacer por evitar el tardeo, a no ser que fuera con horas extras, algo que suponía un ejemplo de mala organización de los recursos y coste adicional al contribuyente».