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Peligro de incendio en la Serra Grossa

Parte del monte está lleno de árboles secos que el viento ha arrancado y nadie ha retirado pese al riesgo de que ardan

Decenas de árboles secos y arrancados por el viento a espaldas del colegio Jesuitas, junto a la senda que sube hasta la cima de la montaña. pilar cortés

Decenas de árboles secos y arrancados del suelo. Este es el estado en el que se encuentra parte de la Serra Grossa, uno de los pulmones verdes más importantes de la ciudad de Alicante. La zona más afectada es la que se encuentra a espaldas del colegio Jesuitas, junto a la senda que sube hasta la cima de la montaña. Un área muy transitada dadas las buenas condiciones del camino, que permiten ascender a la Serra Grossa casi sin dificultad y disfrutar de unas espectaculares vistas de toda la ciudad.

Estos últimos años de pertinaz sequía, agravados por plagas como la del tomicus o la oruga de la procesionaria, han pasado factura a la montaña. Muchos árboles no han podido aguantar estas condiciones tan extremas sostenidas en el tiempo y han terminado secándose. El viento que ha soplado con intensidad este invierno ha hecho el resto, arrancando de raíz los árboles. La estampa no es sólo desoladora sino que supone todo un riesgo de incendios forestales. Fuentes de una empresa encargada del mantenimiento de zonas verdes en la provincia explican que estos árboles tienen que ser retirados, bien para triturarlos y abonar el mismo terreno en el que estaban plantados, o para llevárselos. «Lo que no puede ser es que permanezcan ahí tirados, porque ante cualquier chispa prenden con facilidad y se puede desencadenar un incendio forestal», señalan estas mismas fuentes.

La parte más afectada por esta falta de mantenimientos es la que está más pegada al colegio Jesuitas. Unos terrenos que hasta hace unos años pertenecían al centro escolar, pero que según explican fuentes del mismo, fueron cedidos cuando se urbanizó la zona al Ayuntamiento para uso y disfrute de los alicantinos. Estas mismas fuentes lamentan que desde que se produjo esta cesión no se ha realizado ninguna labor de mantenimiento por parte del Consistorio.

Para los vecinos que acostumbran a recorrer este entorno, la imagen es desoladora. «Es una pena que esté así, con lo bonito que es esto», señala Juan Molina, quien días atrás paseaba por la Serra Grossa. Para Molina, al peligro que suponen los árboles secos se une el riesgo de desprendimiento que presentan algunas zonas de la montaña. «Acabo de ver que se ha desprendido una roca de grandes dimensiones, que ha caído en mitad del camino. Ha sido por el viento de esta noche, ya que yo paseo por aquí todos los días y ayer no estaba. Menos mal que en ese momento no pasaba nadie por la zona». Otros vecinos se quejan de la suciedad que se acumula en las cuevas que hay por la zona y en la cima.

Fuentes municipales señalaron ayer que el Ayuntamiento está haciendo las comprobaciones oportunas para ver a quién pertenecen los terrenos. «Si son municipales se enviará lo antes posible un dispositivo para que arregle la zona y si se trata de terrenos privados se instará a los propietarios a que lo arreglen cuanto antes», añaden estas fuentes.

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