La comisión de ética del PSPV, reunida ayer por primera vez desde el último congreso nacional para abordar el relevo de Eva Montesinos como portavoz del grupo municipal de Alicante, ha abierto una investigación interna para indagar sobre lo ocurrido el lunes en las reuniones de la ejecutiva local alicantina y de su Permanente. El órgano disciplinario de los socialistas valencianos mantuvo un encuentro durante hora y media en la mañana de ayer para diseñar un calendario de comparecencias en los próximos días con todos los actores de la crisis, aunque no se han determinado, todavía, fechas concretas ni personas que se trasladarán a la capital alicantina, donde se mantendrán las citas, aunque todo parece indicar que en ellas participará obviamente el presidente de la comisión, José María Ángel.

Oficialmente se hablará con los concejales socialistas, aunque fuentes consultadas apuntan a que también con Ángel Franco, la mano que mece la cuna de las decisiones a nivel municipal, como esta última, de la que no se informó previamente a nadie. Solo el secretario de organización, José Muñoz, conocía dos horas antes aproximadamente cual iba a ser el desenlace.

El objetivo de la comisión ética es ganar tiempo a ver si hay un «arreglo» con la agrupación de Alicante en los próximos cinco o seis días antes de emitir un informe en el que se argumente que la decisión tomada en la capital alicantina no ha sido favorable para el partido. Ese informe será en el que se basará la dirección autonómica para tomar medidas. La resolución, asimismo, tendrá que ser avalada por Ferraz, quien de momento acompaña a la cúpula de Ximo Puig en su posición de rechazar el movimiento sobre Montesinos.