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El agua del Tajo comienza a regar la Vega Baja

El aporte de la cuenca manchega llega tras un año sin envíos y las comunidades de riego inician la distribución desde el sur de la provincia

El agua del Tajo comienza a regar la Vega Baja

El agua del Tajo comienza a regar la Vega Baja

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El agua del Tajo comienza a regar la Vega Baja M. A. Rives

El agua procedente de la cuenca del Tajo comenzó ayer a irrigar el campo de la provincia alicantina accediendo por la Vega Baja. Fue a las seis de la madrugada cuando el canal del postrasvase empezó a recibir el ansiado aporte hídrico tras más de un año completamente seco. La situación desató una euforia contenida entre los agricultores. Es menos de lo que necesitan, pero mejora la situación tras meses en los que han perdido parte de sus cosechas por la falta de riego. La apertura del grifo del trasvase contribuirá a salvar la cosecha de cítricos y garantizar la producción del próximo año.

El aporte del Tajo es el más esperado por los agricultores que no beben directamente del río Segura debido a que es un agua de buena calidad. El caudal llega hasta el sur alicantino por una misma infraestructura y se divide luego en dos. Una que llega hasta el embalse de La Pedrera, que suministra después a municipios como San Miguel de Salinas, Los Montesinos o Pilar de la Horadada, y otra que se dirige hacia el campo de Elche y que distribuye también a parte de la Vega Baja como La Murada (Orihuela) o Benferri. Así, los agricultores pagan un precio por el agua distinto en función de los canales que utilizan y la procedencia del agua, que se mezcla con aportes del Segura y también con agua desalinizada en Torrevieja.

El canal que atraviesa La Murada de Orihuela fue el punto al que más rápido llegó ayer el agua del Tajo. Los productores abonan un coste de 54 euros por cada hora que mantienen abiertas las acequias de riego, tiempo durante el cual reciben un aporte de 180 metros cúbicos. Parte de ese agua se dedicó ayer a regar tahúllas de limones, naranjas o patatas, y otra parte se fue almacenando en pequeñas balsas. Victoriano Belmonte, que trabaja para la comunidad de riegos cuarto canal de poniente, en Orihuela, explicó ayer que en los últimos días se ha vaciado una parte del agua que tenían almacenada en esas mismas balsas para dejar espacio a los aportes del Tajo. Los recursos que tenían en reserva provenían del pantano del Hondo y, aunque es más barata (35 euros por hora en tanda de riego) tiene una salinidad muy alta que hace que sea menos apta para la agricultura. La procedente de la desalinización, en cambio, si alcanza los parámetros de calidad pero su precio se dispara hasta los 150 euros por 180 hectómetros cúbicos, según explicó Belmonte.

Aunque el agua del Tajo ya ha llegado, los productores de la Vega y Elche no la utilizarán toda, de momento. Los agricultores guardarán buena parte de las reservas para los meses más críticos del año, que son los del verano. «Ahora es importante regar los cítricos porque están en plena fase de floración. El agua que no gastamos la podemos ir solicitando después en base a las necesidades», apuntó.

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