La plaga de medusas venenosas que ha llegado a las playas alicantinas llevó ayer de cabeza a la nueva concejala del área, Mari Carmen de España, quien se encontró una infinidad de impedimentos para izar la bandera roja en San Juan izar la bandera roja.

Al conocer el avistamiento de carabelas portuguesas a través de esta publicación, la edil intentó, a primera hora de la mañana, que el dispositivo de socorrismo de guardia se encargara de esta tarea e informara de los riesgos a los usuarios.

Sin embargo, minutos después supo que la anterior concejala, Eva Montesinos, no había solicitado este dispositivo para este fin de semana, por lo que tuvo que recurrir a la Policía Local para marcar las actuaciones que debían seguir y evitar que más personas se bañaran en el mar.

Los agentes se dispusieron a cumplir el cometido cuando encontraron otro contratiempo: no tenían las llaves de los botiquines en los que se encontraban las banderas, al no ser ellos quienes suelen hacer este tipo de actuaciones. Después de alrededor de tres horas de búsqueda, las llaves aparecieron en un cajetín y sobre la 13,30 horas la Policía Local consiguió izar la codiciada bandera roja. La lástima fue que la playa ya se encontraba prácticamente vacía de gente.

A lo largo de la frenética mañana de ayer, De España también dio orden a los agentes de que avisaran por megafonía sobre los peligros de bañarse, ya que estas medusas son consideradas peligrosas por tener una picadura muy dolorosa que puede llegar a ser mortal.

La Policía Local logró informar a algunos bañistas y usuarios de la prohibición, también mediante lanchas, y la noticia provocó una gran sorpresa y preocupación entre las numerosas personas que ayer disfrutaban de las altas temperaturas y un sol radiante con termómetros que llegaron a superar los 25 grados.

La carabela portuguesa se caracteriza por un color fosforescente, tentáculos que pueden llegar a medir hasta 30 metros si están extendidos y por ser capaces de paralizar a peces y también a seres humanos. Su picadura es muy dolorosa, causa vómitos, fiebre, náuseas, puede dejar secuelas y cicatrices y tener consecuencias tóxicas.

A lo largo de este fin de semana, diferentes usuarios han visto numerosos ejemplares de esta especie en la playa de San Juan, Arenales y Calp. Varios jóvenes encontraron una de ellas el sábado por la tarde en San Juan, mientras jugaban a las palas en la orilla. Un trabajador de una empresa dedicada a impartir cursos de socorrismo y salvamento encontró otra en la zona más cercana al Cabo de las Huertas.

Además, hace varias semanas el departamento de salvamento y socorrismo de Benidorm sacó de las playas 14 carabelas portuguesas, una especie que es denominada comunmente medusa pero que en realidad no lo es, puesto que es un tipo de hidrozoo de plancton gelatinoso. Son poco habituales en el Mediterráneo pero la última borrasca que ha provocado la entrada de agua atlántica las ha arrastrado. Aunque tiene su hábitat en las aguas cálidas de todos los océanos del mundo, es más habitual verla en el Atlántico. Su cuerpo en forma de vela le permite desplazarse con facilidad, llegando a alcanzar una velocidad de casi 22 metros por segundo.

El Instituto de Ecología Litoral ha pedido precaución a los bañistas y deportistas que practican surf o nadan en aguas abiertas y ha asegurado que estos animales tenderán a remitir a mitad del mes de junio aproximadamente. El biólogo Juan Guillén precisó que «aunque se ven con mucha facilidad, las personas que salen solas al mar deben llevar mucho cuidado porque una picadura puede paralizar una extremidad y finalmente provocar un ahogamiento si nadie los puede socorrer». Según el biólogo, es muy probable que a lo largo de las próximas semanas aparezcan más medusas de esta especie en otras playas de la provincia.