La Diputación, organizaciones agrarias, regantes y expertos en la gestión hídrica de la provincia de Alicante suscribieron ayer, prácticamente por unanimidad, el Pacto Provincial del Agua (sólo se abstuvo la diputada de Izquierda Unida), en el que exigen al Gobierno -titular de las competencias hídricas- que ponga los medios para garantizar el suministro de agua en la provincia, paliando de esa forma el déficit estructural de recursos.

En el documento firmado por PP, PSOE, Compromís, universidades y entidades de regantes se apuesta por incrementar todas las fuentes de suministro centradas en la reutilización de aguas regeneradas, desaladas, trasvases, mejora de las redes de distribución, uso de energías renovables y la promoción de cultivos más eficientes. A esto se une la necesidad, según los firmantes, de mantener el trasvase Tajo-Segura, completar el Júcar-Vinalopó con una segunda toma del agua, bien en el embalse de Alarcón o en Cortes de Pallás, reparar el embalse de San -Diego y estudiar la posibilidad de recuperar parcialmente el trasvase del Ebro desde su curso medio.

El presidente de la Diputación, César Sánchez, recordó en este sentido, que el río Ebro vertido en las dos últimas semanas un volumen de agua similar a lo que necesita la provincia de Alicante «para regar» durante dos años. Sánchez subrayó que «se me pone la piel de gallina al ver las imágenes de los desbordamientos del Ebro a su paso por varias provincias del norte». Sánchez aseveró que «España no necesita agua sino redistribuir bien la que tiene, con infraestructuras, compromiso y generosidad».

José Chulvi, portavoz del PSOE mostró también una satisfacción que «no se puede traducir únicamente en la firma del documento, sino en la continuación de un trabajo importantísimo de colaboración y coordinación de todos los actores». Por su parte, Compromís incluyó en el pacto que Alicante sea sede de un instituto de innovación en eficiencia hídrica y gestión inteligente así como potenciar el uso del agua desalada.