«Regalar un smartphone a un menor de 14 años es como ponerle una granada en la mano. Una vez estira de la anilla, es un peligro para él o para los demás». Así de claro lo manifiesta Francisco Sorolla, secretario general de la asociación autonómica Avalcae contra el acoso escolar. «La cuestión es que hay muchos agentes, con toda su buena voluntad, que aconsejan denunciar. Pero el problema es que un menor de 14 años es inimputable y la denuncia no va a prosperar», apunta Sorolla, quien recuerda que, si es mayor de 14 años y menor de 18 años, la responsabilidad la asumen sus padres. A juicio de Avalcae, en estos casos, a veces, mejor que denunciar, es mediar y arreglar las cosas. «Más vale un mal diálogo que una buena guerra, porque en las guerras no las gana ni el que gana», insiste Sorolla quien, sea como sea, ve claro que, en casos graves, no hay que borrar y capturar la pantalla con el fin de entregar las pruebas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
