Desde los cañaverales de Albatera y Benejúzar, en la Vega Baja, llegan hasta Alicante las cañas romeras que el Ayuntamiento regalará el jueves, con motivo de la Peregrina, como apoyo para los caminantes que irán andando hasta el monasterio donde se custodia la Santa Faz. Este año Fiestas repartirá algo más de 15.000 cañas, con un incremento de cinco mil respecto a la pasada edición. Estarán disponibles a partir de las siete de la mañana del día de la romería, en el vestíbulo del Ayuntamiento (11.000) y en el claustro de la Concatedral de San Nicolás (4.000). Unas 500 cañas más se distribuirán en Villafranqueza, desde donde salen también peregrinos, según dieron a conocer ayer la concejala de Fiestas, Eva Montesinos, y el asesor del área, Miguel Castelló.

Dieciocho trabajadores llevan desde la semana pasada preparando las cañas con romero que se cultiva en la finca municipal Els Reyets, eligiéndose el que ha crecido en los dos últimos años. El capataz Sebastian Cortes explica que las cañas que se traen a Alicante están recién cortadas y llegan peladas, un trabajo ahora mecánico, «pero antes lo hacíamos a mano y tardábamos dos meses». «Tenemos que cortarlas de una manera determinada para que el canuto sustente el romero. Si se pilla el nudo y no se puede, hay que taladrar la caña», afirma.

El personal va agrupando las varas en fardos que contienen 50 unidades cada uno de ellos, con un peso total de 8 kilos. Es un trabajo no exento de maña. «Requiere de cariño para evitar que se raje la caña al introducir el romero. Si se rompen las separamos porque hay que atarlas con una cuerdecita», también para evitar que el peregrino se corte. El romero se pulveriza con agua para que aguante en perfectas condiciones hasta el día de la romería en una labor que se realiza en una nave municipal, con refuerzo de personal tanto para la preparación de las cañas como para el posterior reparto.

El capataz, que lleva 36 años en esta labor, explica que cada vez tienen más problemas para conseguir las varas debido a que la falta de lluvias complica el crecimiento de los cañaverales, que se van secando y los pocos que rebrotan se siegan, por lo que van escaseando. «Cada año es más complicado. Antes cogíamos también tomillo para la Semana Santa pero ahora está prohibido y no se puede», dijo. «Las cañas ayudan al peregrino, hacen la romería más descansada, son un gran apoyo, de ahí la importancia de que sean muy rectas». Los fardos se trasladarán hasta la plaza del Ayuntamiento y la Concatedral a lo largo del miércoles.

En la parte más festiva de la romería destaca también la presencia de la música tradicional, con la colla de nanos i gegants y las figuras de Nicolau y Remediets que irán amenizando todo el recorrido entre Alicante y el monasterio, alegrando las pausas entre los rezos del vía crucis por parte de los sacerdotes en la Peregrina Oficial.

La Federación de Hogueras, por su parte, repartirá, como es tradición, más de 9.000 chapas con la imagen de la Santa Faz entre las hogueras y las barracas, diseñadas este año por Enrique Torres Navarro, exdelegado artístico de la entidad festera.