Entrar o no en el equipo de gobierno socialista que liderará la alcaldesa en funciones de Alicante, la socialista Eva Montesinos, tras la renuncia a partir del 9 de abril de Gabriel Echávarri por sus casos judiciales, esa es la cuestión. Compromís no lo tiene claro, como se evidenció en la ejecutiva celebrada ayer, en la que reiteraron su voluntad «inequívoca» de votar a favor de la investidura de Montesinos pero, lejos de decidir ya si formarán parte de ese gobierno, aplazaron cualquier decisión y abren ahora un debate interno porque la realidad es que hay división.
Por una parte, está la corriente liderada por el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, quien es contrario a entrar en un nuevo equipo de gobierno con los socialistas (Compromís ya formó parte en Alicante de un tripartito junto al PSOE y Guanyar, que fracasó a los dos años y medio de iniciar su tarea conjunta), pensando en las elecciones de 2019; mientras que hay otra línea encabezada por el portavoz en Alicante, Natxo Bellido; la propia vicepresidenta de Consell, Mónica Oltra; y la coportavoz de Compromís, Águeda Micó, más partidarios de entrar en el gobierno local de nuevo por lealtad al Pacto del Botánico (suscrito en junio de 2015 por el PSPV-PSOE, Compromís y Podemos con la intención de acceder al gobierno de la Generalitat), y para evitar el castigo de los votantes. Esta última corriente considera que si no entran en el gobierno alicantino, su electorado les acusará de anteponer sus intereses a los de los ciudadanos y se desgastarán. Ambas corrientes pretenden visibilizarse de cara a su electorado a falta de poco más de un año para las próximas elecciones municipales.
El caso es que, como dijo ayer tras la ejecutiva Bellido, «no está decidido ni debatido. Abrimos ahora un debate interno y en función del tiempo que queda, de la responsabilidad y la estabilidad, tenemos que ver qué papel juega Compromís en esta situación política. Hablaremos entre nosotros para ver cuál es la posición de Compromís y si entramos o no (en el gobierno)». Bellido añadió que en este proceso de reflexión interna también tendrán su papel la militancia de Compromís y la sociedad civil alicantina, «a la que se escuchará para encarar de la mejor manera posible aquello que es más útil para el interés general».
Compromís hace un llamamiento a Guanyar, Ciudadanos y a los ediles tránsfugas para que posibiliten una nueva investidura progresista situándose en el mismo bando tras la emergencia democrática vivida, dijo Bellido. En un comunicado, la ejecutiva de la formación considera que hay que pasar página «de una grave crisis institucional en la que ha estado inmersa la ciudad y esto requiere alejarse de cálculos tácticos electorales y partidismos». Afirman que la decisión de Echávarri de dimitir cierra una etapa de precariedad democrática aunque creen que fue una «grave irresponsabilidad no haber asumido las condiciones del acuerdo de la refundación del pacto de noviembre de 2017, lo que provocó la ruptura del tripartito y un gobierno precario, deslegitimado e incapacitado».
