? Uno de los contratos que ha analizado el magistrado Villanueva ha sido el de las sillas de la Explanada, para lo que hace alusión a un informe pericial que asegura que se pagaba por ellas «un precio muy superior al de adquisición a fabricantes y mayoristas». Unas sillas de las que al menos en 2008 y 2009 se compraron 750 y 800 respectivamente haciendo Isjoma los encargos al proveedor como si tuviera «indicios de que los pedidos anuales podían rondar un determinado volumen de mercancías». Se alegó por los procesados que el alto índice de compras obedecía a los robos y desapariciones. Un argumento al que el juez responde que aún admitiendo que por ese motivo, del que precisa que no hay pruebas, hubiera que reponer anualmente todas las sillas del paseo, éstas se podían haber comprado siguiendo los cauces legales de contratación y no por adjudicación directa. Tampoco entiende que se encargue un escenario de 6x4 metros y se facturen 36 m2.