El cambio legislativo sobre horarios comerciales aprobado ayer por las Cortes Valencianas, que impone la apertura de todo el comercio en la ciudad de Alicante los domingos y festivos siete meses al año (ahora abre sólo los tres meses de verano), deja no obstante la puerta abierta a que este periodo se pueda ampliar o reducir por acuerdo unánime en el Consejo Local de Comercio, órgano consultivo que depende del Ayuntamiento, del que forman parte grupos políticos, asociaciones de comerciantes y otras entidades.

«Es complicado que haya unanimidad pero, en el caso de Alicante, no se cierra la puerta a que en el futuro se pueda modificar», destacó ayer el director general de Comercio, Natxo Costa, de Compromís. Este grupo y el PSPV-PSOE sacaron adelante en las Cortes, con la abstención de Podemos y Ciudadanos y el voto en contra del PP, el pacto que el Observatorio Autonómico del Comercio trazó el 8 de diciembre, y que fue ratificado el 28 del mismo mes con la oposición de los sindicatos y del pequeño comercio. El acuerdo establece la apertura en la ciudad de Alicante y en las cinco zonas de València declaradas de gran afluencia turística entre 37 y 39 festivos al año concentrados en Semana Santa y entre el 15 de junio y el primer domingo de enero, por las rebajas. Este año serán 39 en Alicante.

El mismo régimen se aplica en las poblaciones que tienen alguna zona declarada de afluencia turística (ZGAT), como Finestrat, Torrevieja, L'Alfàs del Pi, Benissa, Orihuela costa y Pilar de la Horadada costa. En cambio el comercio abrirá 28 domingos y festivos, entre Semana santa y entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, en localidades con una ZGAT parcial como Altea, Benidorm, Santa Pola o Calpe. Habrá excepciones y el 24 de junio los comercios no abrirán en Alicante, como tampoco el 19 de marzo y 15 de agosto en València.

El resto de municipios de la Comunidad Valenciana que carecen de Zonas de Gran Afluencia Turística podrán abrir hasta once festivos que se decidirán en función de diferentes criterios: cuando haya acumulación de festivos; los primeros domingos de las rebajas de invierno y verano; el domingo de Ramos, el Viernes Santo, el Jueves Santo cuando sea festivo estatal o autonómico y el Domingo de Pascua; y los domingos de Navidad.

Este acuerdo es restrictivo para el gran comercio de València, que pasa de abrir los 63 domingos y festivos del año a hacerlo solo 38 una vez que se aplique el acuerdo. La Asociación de Grandes Empresas de Distribución (Anged) y la de consumidores Avacu prevén solicitar al Consell una moratoria en la aplicación del acuerdo en toda la Comunidad, sin efecto para la ciudad de Alicante al estar en vigor, hasta el cambio legislativo aprobado ayer, el decreto del Consell, recurrido por el gobierno socialista en el Ayuntamiento, que limitaba las aperturas en domingos y festivos a los tres meses de verano.

El acuerdo marco de horarios comerciales pone fin, según el conseller de Economía, Rafael Climent, a «25 años de polémica sobre la apertura en festivos» y abre, afirma, una nueva etapa para «empezar a diseñar entre todos el comercio del futuro», con planes como el «e-commerce», para el que anunció 12,3 millones de euros en 6 años. Climent agradeció al PSPV, Compromís y a los no adscritos su voto a favor, pero también la abstención de Podemos y Ciudadanos, que les facilitó aprobar el cambio legislativo por mayoría simple. Hubo 40 votos a favor y 19 abstenciones, y 28 en contra del PP.

Climent valoró las concesiones desde distintos sectores del comercio, en concreto 21 asociaciones que se han puesto de acuerdo, pero en el debate fue duramente criticado por el PP, que le recordó que ni los sindicatos (UGT y CC OO), ni Unión Gremial ni el pequeño comercio apoyan este pacto. Podemos destacó el caso de Alicante, donde entienden que precarizará la situación de los trabajadores del comercio de proximidad en favor del gran comercio. Vicente Armengol, en nombre de los pequeños negocios, dijo de hecho que no es la solución puesto que amplía el número de aperturas y las extiende a toda la ciudad.