La muerte súbita, el síndrome de Down, la atrofia muscular espinal -enfermedad genética con mayor mortalidad infantil-, la retinosis pigmentaria que acaba dejando ciego al paciente, así como enfermedades degenerativas o cardiacas podrían eliminarse en el futuro gracias a la nueva tecnología Hiti que ha desarrollado el bioquímico Juan Carlos Izpisúa. «Ya se podría reescribir en el genoma para prevenir la muerte súbita antes de implantar un embrión», afirmó el prestigioso científico que trabaja en California. Esta tecnología desarrollada por Izpisúa y su equipo parte del descubrimiento del CRISP por parte del investigador de la Universidad de Alicante Francisco Martínez Mojica como destacó Izpisúa varias veces a lo largo de su intervención y que, afirmó, revolucionará la biomedicina. La posibilidad de borrar y reescribir el genoma parece ciencia ficción pero Izpisúa ya trabaja en ello aunque, admitió, en el laboratorio porque para «cruzar el puente a la clínica hacen falta aún años». No obstante, adelantó que esta reescritura podría realizarse durante el embarazo, nada más nacer o en la edad adulta.

Además, desveló el próximo reto de modificar de forma selectiva el epigenoma. «Un científico japonés consiguió borrar todas sus marcas, lo que supone empezar de nuevo la vida», dijo. El epigenoma no depende de la herencia genética y puede alterar el genoma. Serviría para frenar el proceso neurodegenerativo y la pérdida de movilidad en la vejez. Esto tampoco es ciencia ficción como no lo es el anuncio de Izpisúa: «La persona que vivirá 130 años ha nacido ya».