Ni una limonada en ayunas cura el cáncer ni tampoco el consumo de azúcar o de carne roja lleva aparejado el riesgo de padecerlo. Médicos y psicooncólogos sumaron ayer sus fuerzas en Alicante para alertar sobre los falsos remedios que circulan como efectivos contra el cáncer y recomendar, por contra y muy encarecidamente, que se eche mano del «sentido común» frente a las dietas y alimentos «milagro», que más bien consideran fruto del marketing, como señalan.

Miembros del Grupo Español de Pacientes con Cáncer celebraron ayer en la clínica HLA Vistahermosa de Alicante una jornada a la que invitaron tanto a profesionales sanitarios y psicólogos como a pacientes. «Yo lo más que he practicado es el reiki, que curar no te cura, pero te ayuda en momentos claves a relajarte. Lo que nunca he buscado son soluciones alternativas ni externas y así se lo decimos a cuantos se acercan a la asociación Masvida», apunta su presidente, Esteban Sanmartín.

Tiene claro que no hay «dieta del cucurucho que valga» y que es el médico el que tiene «la última palabra frente a cosas tan peregrinas como lo del agua limón por las mañanas y demás tonterías».

A la oncóloga Elena Asensio le consta que, desde la primera visita, los pacientes llegan con leyendas urbanas bien aprendidas. «Dicen que ya saben que no deben tomar nada de azúcar, ni de leche, ni de carne roja». ¿Y su recomendación al respecto?, pues que hay que usar «el sentido común», sentencia la doctora. Que todos sabemos que no hay que abusar de la carne roja, tengamos o no cáncer, y que tomar dos litros de leche es tan poco aconsejable como si son de cerveza, pero que un café con leche no hace mal a nadie.

Cualquier diagnóstico de cáncer lleva aparejado el consabido bombardeo de que «esto me funcionó» y para la oncóloga resulta muy perjudicial para el paciente. «En general les digo que mejor no tomen nada, pero que si lo hacen, mientras que la analítica salga bien no hay problema».

Culpa

La psicooncóloga María Rivera, experta en atender a pacientes de cáncer, dirige a su vez a los enfermos hacia especialistas en nutrición «que darán una información veraz y científica», frente a la mítica «dieta alcalina».

Hay gente que «le echa morro y vende terapias alternativas convenciendo al paciente de que el estrés o un problema gordo con un familiar le han provocado el cáncer. La psicoterapia genera culpa en el paciente porque le achaca una responsabilidad y nosotros tratamos de guiarles para desmitificar todo eso», explica.

Por nuestra experiencia, concluye, siete de cada diez enfermos utilizan tratamientos alternativos.