El PSPV y Compromís han sacado adelante el acuerdo sobre horarios comerciales que fija un nuevo marco de apertura del comercio en torno a 38 domingos y festivos al año en la ciudad de Alicante, concentrados entre junio y enero, además de en Semana Santa, ampliando el marco actual vigente por decreto de la Dirección General de Comercio que lo redujo a los meses de verano, y que está recurrido por el Ayuntamiento. Por contra, este acuerdo supone la eliminación de la libertad horaria en la ciudad de València en vigor hasta la fecha.

El pacto ha salido adelante en las Cortes Valencianas finalmente con el voto favorable de los dos socios del Consell, PSPV y Compromís, así como de los "agermanats", que es como se hacen llamar los miembros del antiguo Grupo Mixto, tránsfugas de otros partidos; los votos en contra del PP, y la abstención de Podemos y Ciudadanos, que no han querido refrendar un pacto que ha tenido críticas de los sindicatos por elevar el número de festivos a trabajar en la ciudad de Alicante. A la sesión han acudido también representantes de algunos colectivos que refrendan el acuerdo como Anged, que engloba al gran comercio, o asociaciones de consumidores, como se aprecia en la imagen inferior junto al conseller, Rafael Climent, y el director general de Comercio, Natxo Costa.

Con este acuerdo, la Conselleria de Economía cierra el mayor frente abierto en estos últimos tres años, que ha protagonizado conflictos internos en la propia administración entre altos cargos de Compromís y del PSPV, así como desacuerdos entre representantes a nivel autonómico y a nivel local.

A partir de ahora, el comercio podrá abrir en toda la ciudad de Alicante en torno a 40 días domingos y festivos en Semana Santa y entre el 15 de junio y el primer domingo de enero, el que inicia las rebajas. El mismo régimen se aplica en las poblaciones que tienen alguna zona declarada de afluencia turística (ZGAT) como Finestrat, Torrevieja, L'Alfàs del Pi, Benissa, Orihuela costa y Pilar de la Horadada costa.

En cambio el comercio abrirá 28 domingos y festivos, entre Semana santa y entre el 15 de junio y 15 de septiembre, en localidades que tienen declarada una ZGAT parcial como son Altea, Benidorm, Santa Pola o Calpe, así como otros municipios de la Comunidad Valenciana.

En cambio, el gran comercio de la ciudad de València pasa de abrir los 63 domingos y festivos del año a hacerlo en 38 una vez que se aplique el acuerdo, gracias a la modificación de varios artículos de la ley aprobada hoy. Se concentran en los periodos de Semana Santa y entre el 15 de junio y el primer domingo después de las rebajas de enero.

No obstante, habrá excepciones y el 24 de junio los comercios no abrirán en Alicante, como tampoco lo harán el 19 de marzo y 15 de agosto en València.

El resto de municipios de la Comunitat que carecen de Zonas de Gran Afluencia Turística podrán abrir hasta once festivos que se decidirán en función de diferentes criterios: cuando haya acumulación de festivos; los primeros domingos de las rebajas (tras el 6 de enero y el primero de julio); el domingo de Ramos, el Viernes santo, el Jueves santo cuando sea festivo estatal o autonómico y el Domingo de Pascua; y los domingos entre el 26 de diciembre y el cinco de enero.

Durante el debate, la diputada de Compromís, Teresa García, ha defendido que se trata de un "acuerdo histórico" que ha puesto de acuerdo a 21 asociaciones y ha permitido "ciadrar el círculo". Desde el PSPV Antonia Serna ha afirmado que la propuesta refleja parte de las aspiraciones del sector "tras años de confrontaciones".

En cambio, Jordi Alamán, de Podemos, ha hablado de "parche" y ha advertido que sobre todo en Alicante será negativa para el pequeño comercio y los trabajadores "precarizando más su situación".

El diputado del PP José Salas ha espetado al conseller de Economía, Rafael Climent, que están en contra de la "imposición" que entienden es esta propuesta debatida directamente en las Cortes negando a los partidos y ciudadanos la posibilidad de presentar enmiendas. "Es pan para hoy y hambre para mañana", ha señalado. De paso, le acusado de "ponerse de perfil" para aprobar "de tapadillo" la iniciativa.

Por su parte, Rosa García, de Ciudadanos, anunció la abstención de su grupo en la necesidad de acabar con el "rifirrafe" de los horarios comerciales pese a no entender las prisas con que se ha tramitado la iniciativa.