Cerca de noventa mil edificios de la provincia tienen que pasar el obligado Informe de Evaluación Técnica este año dentro de la campaña de prevención y chequeo de estructuras puesta en marcha por la Conselleria de Vivienda, que está acompañada por una línea de ayudas económicas. El objetivo es testar el estado de los edificios, desde las cubiertas a los forjados para así determinar su grado de conservación y las mejoras a acometer.

Hasta ahora, el Consell ha concedido subvenciones por valor de 326.558 euros a un total de 874 proyectos en la Comunidad, de los que 81 corresponden a la provincia de Alicante que, al igual que Castellón, no se ha preocupado mucho de un tema del que sí hay consciencia en Valencia (616). El informe es obligatorio para los edificios de viviendas con una antigüedad superior a los 50 años, y sin él es imposible acceder a las ayudas a la rehabilitación. Los inmuebles que vayan alcanzando el medio siglo a partir de junio de 2013 tienen un plazo de cinco años para pasar el informe técnico.