«El populismo ha llegado para quedarse, y va a ser muy complicado de desarraigar». El secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, José María Lasalle, fue ayer tajante sobre este fenómeno y cómo lo pueden combatir los medios de comunicación «serios» en lugar de dejarse arrastrar por él.

Para Lasalle, una vez asumido que el populismo está presente en la sociedad e, «inevitablemente, va a ser nuestro compañero de viaje en las próximas décadas», de lo que se trata es de que «no se imponga, que no hegemonice el relato político, el cultural, y en los medios».

El secretario de Estado consideró que el populismo «irá mutando» porque uno de sus elementos más fuertes es el ciberpopulismo, «que ya está teniendo sus derivadas en los entornos de información a través de las fake news (noticias falsas) y de la posverdad».

Incidió en que es «muy complicado» desactivar el populismo, sobre todo en los cauces de información, porque sostuvo que «se ha roto la jerarquía, se ha cuestionado la contrastabilidad del conocimiento en todos los niveles», de manera que el mundo científico ha sido el único que se ha salvado.

Mismo valor

«Vale tanto el testimonio de un catedrático de universidad como el de un influencer en las redes sociales, probablemente mucho más el segundo que el primero, y que a nadie se le ocurra cuestionar que esto tenga que ser así porque estaría cuestionando las bases de una pseudotransversalidad democrática que hace que todo tenga el mismo valor», lamentó Lasalle.

Por ello, sostuvo que los medios de comunicación tienen la responsabilidad de tratar de aportar el «elemento cualitativo de sus cabeceras» a través de la opinión, que sea capaz de restablecer los cauces «que nos aproximen a lo que en su momento denominamos la opinión pública informada».

Aunque admitió la dificultad de esta labor, aseguró que la capacidad para poder discernir y «generar un pensamiento crítico que identifique lo que es fake (falso) de lo que es noticia» tendrá que ser uno de los elementos de los discursos en los que las cabeceras de los medios planteen su empeño editorial en el futuro.