La Mancomunidad de l´Alacantí ha certificado su cambio de sede, dejando el espacio que tenía alquilado en la emblemática Casa Carbonell por unas dependencias en el Ayuntamiento de Sant Joan, uno de los municipios del organismo comarcal. Con este cambio, forzado por el alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, la Mancomunidad ahorrará unos 30.000 euros al año, que destinará a partir de ahora a reforzar el servicio de lucha contra plagas.

Durante el pleno de presupuestos del pasado año, el regidor socialista anunció que Alicante abandonaría la Mancomunidad de l´Alacantí. Un día más tarde, Echávarri pasó a exigir una reducción de «gastos superfluos», como tener la sede en el «edificio más caro de Alicante». Hasta la fecha, el organismo tenía su oficina en la Casa Carbonell, por la que pagaba 1.500 euros al mes, a lo que había que sumar otros «suministros», como la luz, el agua o internet, según confirma su presidente y alcalde de Sant Joan, Jaime Albero, quien calcula que el próximo mes de marzo se completará el traslado de Alicante a la nueva sede.

En su intervención en el pleno de presupuestos del pasado año, que tuvo lugar a finales de marzo de 2017, Echávarri también anunció la supresión de los patronatos de Vivienda y de Escuelas Infantiles, que un año después siguen en marcha, junto a la creación de la Oficina Antifraude, encargada de fiscalizar los ingresos y gastos de las concejalías, que iba a depender de Alcaldía pero que iba a dirigir el por entonces portavoz del tripartito, Natxo Bellido. Nada más se supo de ese órgano.

El alcalde también prometió, sin ninguna noticia desde entonces, la «potenciación de la oficina de captación de fondos europeos, dotándola de más personal y medios. Por último, Echávarri anunció que renunciaba a la creación de direcciones generales para dos de sus asesores -que sí se cumplió ante el rechazo a esa medida del resto de la corporación- y que se reducirían dos sueldos a ediles de los entonces partidos de la oposición (PP y Ciudadanos) para reforzar el área de Urbanismo, ante las quejas del ahora exconcejal del área, Miguel Ángel Pavón. Ante las quejas del resto de grupos municipales, los sueldos a la oposición tampoco se tocaron.

Por otro lado, a la última reunión de la mancomunidad, en la que se certificó el cambio de sede, acudió por parte del Ayuntamiento el concejal Carlos Giménez, que sustituye a Bellido como vocal tras la ruptura del tripartito.