A nadie le apetece comprar un abrigo cuando va por la calle en mangas de camisa. Así, con gran parte de diciembre y enero con temperaturas superiores a los 20 grados, gran parte de la oferta de ropa de abrigo se había quedado colgada en las perchas de las tiendas alicantinas. La llegada del frío y la nieve a la provincia ha recordado a muchos consumidores que también Alicante tiene invierno lo que, junto al incentivo de las segundas rebajas, con descuentos que llegan al 70%, ha provocado un movimiento en la venta de ropa, calzado y complementos de invierno.

«En los últimos días se ha notado un repunte en la venta de ropa de abrigo», ha señalado Isabel Gómez, encargada en una tienda de ropa de mujer en el centro, quien ha añadido que «este año afrontamos las rebajas con mucho stock. Muchos anoraks y abrigos se han puesto a la venta muy rebajados y la gente está aprovechando ahora cuando ya están acabando las rebajas». Efectivamente, con dar una vuelta por las tiendas se encuentran prendas que a principios de temporada valían de 150 o 170 euros por 59, y no es raro encontrar descuentos del 60 y hasta del 70%. «Yo estoy buscando un abrigo atemporal y de calidad aprovechando las rebajas. Hay que tener un abrigo en el armario siempre aunque aquí sólo haga frío unos días», señala la clienta de una mediana superficie mientras se prueba distintas prendas. Otra mujer se interesa por un chaquetón forrado de pelo a la mitad de su precio. «En Alicante no me lo pondré mucho pero a veces hace frío como este fin de semana y hay que aprovechar», indica.

El presidente de la Asociación de comerciantes Corazón de Alicante y propietario de una tienda de ropa de hombre, Vicente Armengol, confirma que el frío incentiva las ventas. «Estamos ya en las segundas rebajas y la bajada de las temperaturas, ayuda», indica. Concretamente «se ha movido mucho el punto grueso que aquí en Alicante cuesta más vender, y también la gente se interesa por un buen abrigo o unos buenos zapatos pero tendremos que esperar al final de las rebajas a ver». El clima de esta zona no favorece la venta de estas prendas. «El problema aquí es que no sabemos cuándo llega el invierno ni cuanto dura. Este año por ejemplo en Navidad fue flojito y ahí influye también el calor», señala Armengol. Isabel Gómez coincide con él en que «tienes que tener buenos abrigos y anoraks porque hay clientes que los buscan, pero, si no llega el frío, te encuentras con que se te quedan en las perchas y te ves obligada a hacer unos descuentos muy grandes con apenas beneficios, por eso nos alegramos cuando nieva», añade riendo.