«Este presupuesto está a la espera de la aprobación en el pleno del Ayuntamiento. De ahí que he querido hacerte llegar personalmente lo positivo que sería para todos los trabajadores si finalmente este presupuesto fuese aprobado en el pleno municipal». Con este mensaje, el concejal de Recursos Humanos, el socialista Carlos Giménez, terminaba una carta que envió ayer a todos los trabajadores del Ayuntamiento, en un evidente intento de influir sobre la plantilla municipal respecto a las cuentas de 2018 que están en pleno proceso de negociación con los grupos de la oposición. La votación en el pleno está prevista para el próximo 14 de febrero. Antes, la Comisión de Hacienda debe pronunciase sobre las enmiendas sobre el presupuesto presentadas, en un plazo que finaliza hoy.

Los presupuestos, si los grupos mantienen los votos anunciados, están en manos de la negociación entre el PSOE y Guanyar, ya que Compromís apoyará las cuentas que ejecutará el gobierno socialista, mientras que Ciudadanos y el PP votarán en contra.

El escrito firmado por Giménez, que se remitió ayer a los trabajadores del Ayuntamiento, arranca con un claro aviso a los empleados municipales: «Estos presupuestos recogen muchas de las reivindicaciones tanto colectivas como individuales que me habéis hecho llegar. Todas esas propuestas, con un presupuesto prorrogado, no se podrían llevar a cabo».

El texto prosigue con cuatro puntos que recogen algunas de las propuestas incluidas en el borrador de las cuentas municipales para 2018, entre las que destacan la promoción de la carrera profesional, la estabilización del empleo municipal, la convocatoria de nuevas plazas en el Ayuntamiento y mejoras salariales, como las relativas a los festivos trabajados.

El envío de esta carta a la plantilla municipal fue interpretado por el PP como un intento del gobierno socialista de «querer convertir a los funcionarios en rehenes del presupuesto». El portavoz municipal del PP, Luis Barcala, calificó como «impresentable» el escrito, además de asegurar que es «un burdo intento de Echávarri de manipular a los funcionarios, que merecen bastante más respeto que el ser utilizados como arma arrojadiza contra la oposición».

Un presupuesto alternativo

El PP, por otro lado, explicó la enmienda a la totalidad que presentarán a los presupuestos municipales de 2018, al considerar que el borrador que el PSOE elevará al pleno «no responde a las necesidades de Alicante». Los populares presentarán un texto alternativo, en el que aseguran que se destinaría más dinero a la vivienda, la participación ciudadana, los barrios, la limpieza y el mantenimiento, junto a la promoción del empleo, del turismo y del comercio. Para Barcala, el presupuesto del gobierno «nació desde la ilegitimidad», al confeccionarse durante la etapa del tripartito, pero ejecutarse, si se aprueba, por un gobierno socialista en minoría.