«Todo pasó muy rápido, mi hija está bien. Yo me quedé peor cuando me enteré de que este hombre tenía antecedentes por abusosbusos». La madre de la niña que presuntamente trató de llevarse un hombre de 73 años en la plaza de los Luceros plaza de los Luceros el pasado sábado aún no entiende cómo esta persona, ya encarcelada, fue a por su hija cuando ella la tenía de la mano en el centro de la ciudad y a plena luz del día.

María, nombre ficticio ya que quiere preservar el anonimato «para que no señalen a mi hija», iba tranquilamente paseando desde Alfonso el Sabio hacia la plaza con su hija de la mano esperando a que su madre saliera de trabajar. Cuando torció la esquina escuchó a un hombre que decía «guapa, qué guapa eres, ven conmigo que te voy a comprar cositas», según relata, y que caminó un rato detrás de ellas sin parar de hablarles. Pensó que se lo estaba diciendo a ella y se dio la vuelta para mirarle con la intención de que parara el acoso.

«Me giré y vi a un señor mayor que tampoco tenía una mala pinta especial, él paró en la esquina y nosotras seguimos hacia la papelería», continuó relatando María. Ese día era el cumpleaños de la niña y «le encanta pintar y los colores así que pensé en comprarle el regalo allí». «Mi sorpresa fue cuando el hombre se pegó a mi hija y la cogió del brazo tirando de ella, momento en que yo la agarré de la capucha y del otro brazo para separarla», explicó aún asustada.

El ahora detenido se alejó y María se quedó unos segundos procesando lo que había ocurrido cuando se le acercó un matrimonio que alarmado por la escena le preguntó qué había pasado y le dijo que había que avisar a la Policía. «Fue oír Policía y se fue corriendo hacia Alfonso el Sabio. Yo no tenía saldo en el móvil y me acerqué al bar de al lado para llamar por teléfono, pero la pareja vio un coche patrulla al otro lado de la plaza y fue a avisar. En segundos y en sentido contrario la Policía vino donde estábamos nosotras, un agente se quedó y el otro fue detrás del hombre al que cogió enseguida», señaló la joven.

«Quiero que quede claro que no hubo un forcejeo con otras personas que pasaban por allí. Estábamos solas hasta que llegó este matrimonio que nos ayudó», afirmó. María agradece en especial la labor de la Policía en esos momentos. «Se portaron muy bien, hablaron conmigo y con mi hija que les explicó lo que había sucedido y supieron hablarle para que estuviera tranquila. Lo mismo ocurrió después ya en la Comisaría», destacó.

Pero no quedó ahí la labor de los agentes. «Estábamos esperando a mi madre para ir a por la tarta de cumpleaños y un agente la acompañó a recogerla mientras nosotras estábamos en comisaría poniendo la denuncia». «Gracias a eso mi hija pudo celebrar su fiesta con sus amigos esa tarde aunque mi madre y yo aún le debemos su regalo», indicó.

«Mi hija es una niña extrovertida, muy buena estudiante y feliz, a ella ya se le ha olvidado lo que pasó, soy yo la que no quiero que se aleje de mí y la que se pasó toda la tarde de su cumpleaños evitando que salieran a jugar a la calle», comentó.

Por ese motivo, quiere «pasar página cuanto antes» aunque es consciente de que tendrá que ir a declarar al juzgado.

Antecedentes

Ni María ni su madre entienden «cómo a una persona con esos antecedentes la dejaron en libertad» en alusión a que Joaquín T. G. había sido detenido por abusar de dos menores a cambio de droga y dinero hace menos de un mes y recomendó a las madres «que no suelten ni dejen de mirar a sus hijos un momento porque no es la primera vez que ocurre algo parecido y consiguen llevarse al niño o a la niña».

Esta es la única parte positiva que le encuentra a lo ocurrido, que tras la denuncia y la detención «se ha evitado que le pudiera pasar a otra niña después si este hombre hubiera seguido por ahí».