«Siete días con tratamiento y una semana sin tratamiento». Este dicho popular resume a la perfección la ausencia de tratamientos específicos que hay para luchar contra la gripe. Únicamente se pueden tratar sus síntomas.

No obstante, la naturaleza ofrece numerosos remedios que pueden ayudar a los pacientes a reponerse de la enfermedad o a preparar el sistema inmunitario frente a este virus que hace su aparición todos los inviernos.

«Existen muchos remedios de la abuela que son eficaces contra la enfermedad», explica Juan Carlos Padilla, neumólogo en el Hospital Vithas Medimar Internacional. Entre ellos, los jarabes hechos a base de ajo, miel y limón. También los zumos de naranja, ajo, cebolla y brócoli o el de mandarina, limón, jengibre y miel «que aportan mucha vitamina A, C, ácido fólico y calcio, lo que ayuda a reforzar las defensas y a que la convalecencia sea más llevadera». Padilla aconseja también hacer frecuentes lavados nasales con agua de mar «puesto que la nariz es la puerta de entrada de los virus» y ante molestias en la garganta «hacer vahos con eucaliptus».

El neumólogo recuerda que ante esta enfermedad, los antibióticos sólo son útiles para tratar complicaciones de la enfermedad, «y éstos sólo pueden ser recetados por un médico». También aconseja a los pacientes a quienes se ha diagnosticado la dolencia «que se queden en sus casas para evitar nuevos contagios», además de que descansen mucho y mantengan una buena alimentación. Padilla recuerda que la gripe es contagiosa desde el día antes de los primeros síntomas hasta 7 días después, un periodo