El presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Juan Antonio Gisbert, ha convocado al Consejo de Administración del Puerto para anuniciarles que el Puerto ha decidido construir una terminal para graneles que se moverán en naves cerradas, tal como planteó el Consell en noviembre de 2016 cuando concedió la licencia provisional para seguir con la operativa -hoy cancelada- y tal como exigían los vecinos del entorno del Puerto afectados por la emisión a la atmósfera de las particulas contaminantes a la atmósfera en el movimiento de graneles como el cemento o el clíncker.

Gisbert ha venido trabajando para solucionar el problema en los últimos meses y tiene avanzadas las conversaciones con empresas e inversores interesados en una operativa que representa la mitad de la carga que se mueve en el Puerto. De esta forma se pondrá fin a la polémica abierta en la ciudad desde hace años y Alicante contará con una terminal como la de Santander.

Fuentes del consejo de administración de la Autoridad Portuaria confirmaron ayer este periódico que el presidente, Juan Antonio Gisbert había convocado, con carácter de urgencia, para el viernes, al máximo órgano de la entidad con un único punto del orden del día. "Informaciones relacionadas con el movimiento de mercancías sólidas a granel. Calendario para la convocatoria de un concurso con la finalidad de otorgar una concesión privada de una terminal de graneles con naves cerradas en depresión".

Un portavoz autorizado del presidente ha confirmado que desde hace algunos meses se viene trabajando para la convocatoria del mencionado concurso, una vez que Juan Antonio Gisbert ha llegado a preacuerdos con posibles inversores, privados, a los que, por confidencialidad, no ha querido citar para la construcción de nuevas naves cerradas en depresión en el puerto de Alicante, que ya dispone de otras naves, en forma de silos, en el muelle 19.