Como viene siendo tradición desde principios del siglo XVI, coincidiendo con la llegada de los dominicos a la ciudad, cientos de alicantinos acudieron ayer a su cita anual con San Antón para que bendijera sus mascotas en la Plaza de Toros. Perros, gatos y aves fueron las especies de animales mayoritarias portadas al coso taurino para recibir una bendición que, con el paso de los años, se ha convertido en todo un rito.

La jornada, que ponía el punto y final a las fiestas del Porrate de San Antón tras diez intensos días cargados de actividades lúdicas para mayores y pequeños, arrancó a las 9.30 horas con una solemne misa en honor al patrón de los animales. Concluida la ceremonia, un grupo de costaleras trasladaron al santo en procesión desde la iglesia de la Misericordia hasta la plaza de Toros, donde empezaban a darse cita los amantes de los animales más madrugadores.

Ya a las 10.30 horas, y a modo de antesala a la bendición de las mascotas, se realizó una exhibición y un concurso ecuestre en la Plaza de Toros enmarcado en los actos de las Fiestas del Porrate, una de las más arraigadas en la ciudad.

Concejales de distintos grupos municipales acudieron al coso taurino para despedir las fiestas de San Antón y presenciar in situ un ritual que arrancó a mediodía y al que siguió un concurso de animales y su entrega de premios.

Perros de diferentes clases, gatos y distintos tipos de aves fueron los animales predominantes que acudieron al encuentro con su patrón en la Plaza de Toros, aunque también se pudieron ver conejos y otras especies menos comunes como los urones.