La Conselleria de Educación ha puesto finalmente en marcha los trámites necesarios para erradicar el amianto de los colegios de la ciudad este mismo curso, según sus previsiones de última hora.

La licitación en bloque de la retirada del material tóxico en seis colegios marca el arranque del punto final de una batalla en la que no cesan asociaciones de padres, vecinos y representantes sindicales para que el fibrocemento pueda definitivamente pasar a la historia.

La retirada de este material tóxico de los colegios San Nicolás de Bari, El Tossal, Gabriel Miró, Emilio Varela, Rabassa y Azorín han salido a licitación por 203.008,9 euros y un plazo de ejecución de un mes, aunque desde Educación advierten que no será posible llevar a cabo estas obras hasta el verano para cumplir con todos los plazos administrativos.

De momento las empresas interesadas tienen de plazo hasta el día 5 de febrero para presentar sus propuesta que tampoco se harán públicas hasta que concluya febrero, el mismo día 28.

El pliego de condiciones concreta que se puede optar a todos los lotes en conjunto, o bien po cada uno de los proyectos que se presupuestan en 31.127,25 euros para quitar el amianto y reponer la cubierta del colegio El Tossal; la misma cantidad para el Emilio Varela; 23.716 euros para el Nicolás de Bari; 32.905,95 en el Gabriel Miró y también en el Azorín; y la cantidad más elevada, 51.226,5 euros para el colegio Rabassa.

Los primeros

Los otros tres colegios detectados con amianto en sus cubiertas e incluso en algunas tuberías bajantes son el Gloria Fuertes, José Carlos Aguilera y el Instituto Antonio José Cavanilles.

En estos casos las obras están ya adjudicadas o en trámite de ejecución, pero todas ellas han sufrido retrasos hasta el punto de que la última previsión apunta a que se lleven a cabo el próximo periodo vacacional escolar, en Semana Santa.

Eso será así siempre que se tenga la certeza de que podrán concluir en quince días, porque de no ser así la ejecución se desplazaría de nuevo hasta el verano junto al resto de los centros previstos.

En el caso del Instituto Cavanilles se les ha informado por parte de los responsables educativos de la intención de incluir en la misma obra de retirada del amianto, la impermeabilización también de parte de los cimientos en la zona de las naves de los talleres de Formación Profesional, lo que ha originado la demora de todo el proyecto.

En definitiva, la retirada del amianto ha roto con todas las previsiones iniciales de los responsables educativos, que en un principio pretendían acabar con la lacra de este material tóxico en las techumbres de los centros escolares de la ciudad de Alicante el año pasado, en 2017.

De hecho hace más de un año que arrancaron los trámites para quitar el fibrocemento de los tres centros que se consideró que tenían más urgencia, con la previsión de llevarlo a acabo el verano pasado, pero a día de hoy siguen pendientes, de ahí que también sean los primeros que Educación quiere ejecutar esta próxima Semana Santa. Los responsables políticos subrayan que la seguridad de los alumnos es lo primero y que esta premisa es la que marca los plazos en cualquier caso.