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La hipoteca es más barata que el alquiler

El préstamo hipotecario medio en la provincia es de 87.000 euros, lo que posibilita cuotas de 280 euros al mes para quien tiene una nómina

Una vivienda en venta en el centro de Alicante, esta semana. Las hipotecas resultan ahora más baratas que el alquiler. RAFA ARJONES

La burbuja de los alquileres, con un encarecimiento de precios del 15% en el último año en la provincia que obliga incluso a compartir piso para reducir costes, puede estallar si definitivamente se consolida la recuperación de las hipotecas, ahora mismo más baratas que el arrendamiento gracias a los bajos tipos de interés. Las entidades bancarias de la provincia están aprobando una media de 38 nuevos préstamos cada día para adquisición de vivienda, 11.327 entre enero y octubre de 2017, casi 1.500 más que en el mismo periodo del anterior ejercicio, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Las entidades están dando préstamos a clientes que tengan nómina, con un máximo de financiación del 80% del menor de los valores de compraventa o tasación. E incluso hay colectivos con condiciones especiales, según fuentes del Banco del Santander.

La hipoteca media en la provincia es ahora mismo de 87.000 euros (en enero de 2017 el montante ascendía a 103.906 euros y en octubre se redujo a 78.08 euros). Según el simulador de Bankia, para un préstamo de esa cantidad a 30 años, la cuota mensual resultante es de 280 euros, menos de la mitad que el alquiler medio en la provincia, que a finales de 2017 era de 704 euros, un 15% más caro que el anterior ejercicio, según un estudio del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria.

«Si la hipoteca no es de una cuantía muy elevada, dada la situación actual de los tipos de interés, que están regalados, es muy factible», explicaron desde la entidad, que busca suelo para ejecutar promociones de nueva vivienda en la provincia tras levantarle Bruselas las restricciones en el negocio promotor que le impuso en el marco del rescate bancario.

Los promotores de vivienda ven lógico el interés por la compra. «El que tiene capacidad adquisitiva prefiere la propiedad al alquiler en cuanto se despejan los riesgos respecto a un contrato laboral o la necesidad de movilidad geográfica para conseguirlo», explica Jesualdo Ros, secretario general de la Asociación Provincial de Promotores de Vivienda. Porque la demanda, afirma Ros, sigue subiendo. «Empieza a haber nuevas residencias en el interior de la provincia, cosa que no sucedía hasta ahora. Y la primera residencia ha empezado a moverse en Alicante y Elche, un resurgimiento leve, pero que existe. Lógicamente influye el tipo de interés al marcar el euríbor mínimos históricos. Con tipos al 0% la inversión en vivienda es rentable. A corto plazo no, pero a medio plazo lo será mucho más que la bolsa. También depende de la seguridad del trabajador. Cuando tiene la certeza de que puede pagar porque ha superado una situación de temporalidad le interesa más invertir en vivienda que gastar en alquiler».

Tras cinco años al alza, el mercado inmobiliario alicantino afianza su recuperación, y se convierte en el tercero en relevancia tras Madrid y Barcelona. «La ciudad de Alicante y su litoral, desde la Vega Baja, a Orihuela, Torrevieja y las Marinas han sido las áreas estrella, de la mano, principalmente, de la pujanza de su mercado de vivienda vacacional y de la demanda de los extranjeros, que es casi la mitad. Ni siquiera el Brexit ha moderado su evolución, constatándose que el descenso de compras por parte de ciudadanos británicos ha sido cubierto por la creciente actividad de belgas, holandeses o franceses», explican desde el servicio de estudios de Bankia. La entidad afirma que cerca de la mitad de las viviendas adquiridas por extranjeros en España tienen como destino Alicante.

En cuanto a la promoción de nueva vivienda, la entidad estima que en 2017 se iniciaron unas 6.000 en la provincia, un 19% más. Esto supone más del 70% de lo que se promovía en toda la Comunidad Valenciana.

En cuanto al volumen de ventas, alcanzó hasta octubre las 33.400 unidades, un 13% más que en 2016. «La presión de la demanda está impulsando el repunte de la promoción inmobiliaria, muy localizada en ubicaciones costeras, y que es compatible con el stock que queda en otras zonas de la provincia menos atractivas y de difícil absorción». «Alicante va fenomenal. El único problema es que no hay demasiado suelo para construir», destacaron las mismas fuentes. La demanda se extiende a municipios como Calpe, Dénia, Villajoyosa o Torrevieja, donde se observa mayor escasez de suelo frente a la mayor abundancia en el interior o en ubicaciones costeras como El Campello, Jávea, Santa Pola y Altea. En cuanto a los precios, la revalorización media desde el tercer trimestre de 2014 es del 2,9%, según el Ministerio de Fomento, pero en municipios como Calpe ha subido hasta el 12%.

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