El aumento espectacular que ha sufrido la planta de viviendas en la Costa Blancaen los últimos cinco años, a raiz de la crisis de ventas por la recesión económica, ha provocado que la vivienda, bien en propiedad, alquilada o de familiares, cuadruplique ya a los hoteles como la forma de alojamiento de los turistas que eligen la provincia para disfrutar de las vacaciones. Según el último informe de la encuesta «Familitur» que maneja el Instituto Nacional de Estadística, de los 64 millones de pernoctaciones que hicieron los turistas en España en el tercer trimestre de 2017, coincidiendo con la temporada alta, 46 millones se hicieron en una vivienda, frente a los 12 millones que optaron por un hotel.
Según la procedencia de los turistas, los españoles realizaron en ese trimestre (julio, agosto y septiembre) un total de 58 millones de pernoctaciones, de los que 43 millones se hicieron en una casa y 9,5 millones en hotel. De los 6,2 millones de pernoctaciones de turistas extranjeros, 2,8 millones se realizaron en los hoteles.
La crisis de ventas que sucedió a la explosión de la burbuja inmobiliaria dejó miles de viviendas sin salida, edificios enteros que, o bien acabaron en la Sareb o se han ido transformando en apartamentos turísticos, aumentando la presión sobre el sector hotelero.
El alquiler de apartamentos no registrados mueve al año unos mil millones de euros de dinero opaco a Hacienda y resulta una actividad directamente relacionada con la economía sumergida en la que, según estimaciones del sector turístico de la Costa Blanca, pueden estar inmersos unos 125.000 propietarios de viviendas que se ofrecen en alquiler en algún momento del año, sobre todo en verano, sin contrato y desde hace unos años cediéndolas a plataformas «online».
Unas 500.000 plazas que, además, se publicitan en los portales y redes sociales hasta ahora sin ningún tipo de control, según denuncia la patronal turística. Turismo tiene controlados 22.513 apartamentos que ofrecen 102.749 plazas regladas, pero la realidad multiplica por cinco las cifras. El 73% de los turistas que eligen apartamentos en la Costa Blanca para pasar sus vacaciones lo hacen en viviendas, legales e ilegales para este fin (43 millones de pernoctaciones al año), lo que genera un movimiento de mil millones de euros que escapa al control de Hacienda.
En algunos municipios de la provincia como Alicante, la oferta no reglada supera ya a la legal. Y en Benidorm, además de concentrar casi 35.000 plazas hoteleras, la propia asociación Hosbec también dispone de algo más de 8.000 plazas de apartamentos turísticos en esa ciudad y más de 11.000 en el conjunto de la Costa Blanca, eso sí reglados.
El Consell va dando pasos, pero poco a poco. Ha impuesto ya multas de hasta 30.000 euros a las plataformas que siguen comercializando miles de plazas en la red y a finales de diciembre recibió el primer gran espaldarazo judicial al rechazar un juzgado de Valencia el recurso a una multa de Turismo de la poderosa Homeaway, al que el juez calificó de empresa de alquiler y no una mera intermediaria. En estos momentos, el Consell sigue tramitando la nueva Ley del Turismo que fija sanciones de hasta 600.000 euros para el alojamiento clandestino.
La Agencia Valenciana de Turismo ha llegado a un acuerdo con cuatro de las diez plataformas que comercializan sin control el alquiler de apartamentos turísticos para que regularicen su situación, lo que ha permitido aflorar en los últimos seis meses 30.000 viviendas en la Comunidad Valenciana, 17.000 de ellas en Alicante, que ya se ofertan de manera legal y, por tanto, están sometidas a las normas de calidad de la legislación.
Estos apartamentos están gestionados por las plataformas online Booking, Muchosol, Only-apartamentes y Fotoalquiler. Siguen abiertos los procesos sancionadores contra las seis plataformas que continúan sin aceptar las condiciones de la Generalitat. La futura Ley del Turismo fijará multas de hasta 600.000 euros para combatir el alojamiento sumergido, práctica que utilizan ya el 17% de los turistas europeos.
En este sentido, la Agencia Valenciana de Turismo ha resuelto en los últimos meses con multas seis de los siete expedientes abiertos a diversas plataformas «online» de alquiler de apartamentos en Internet, con sanciones por valor de 120.000 euros.
El motivo es que las plataformas comercializaban viviendas como turísticas sin estar registradas oficialmente, lo que se considera una falta grave en la Ley del Turismo.
Tres de las grandes plataformas comercializadoras «online» recibieron la sanción máxima que permite la ley actual: 30.000 euros cada una de ellas. Cantidades que, no obstante, son irrelevantes para estos gigantes, y que ahora el Consell quiere atajar como lo demuestra el que la futura Ley del Turismo va a aumentar el importe de la sanción máxima hasta los 600.000 euros.
En concreto, las plataformas Homeaway (acaba de perder su recurso), Airbnb y Rentalia deberán abonar un total de 30.000 euros de multa cada una por no exigir y reflejar el número de registro que acredita que las viviendas que se anuncian en sus páginas web son turísticas.
En 2016 se abrieron otros siete expedientes a las plataformas Homeaway, Milanuncios, Niumba, Airbnb, Fotoalquiler, Rentalia y Ya encontre-Ya Hetrobat.
Booking, Muchosol, Only-apartments y Fotoalquiler cumplen ya con la obligación de publicitar el número de inscripción de las viviendas turísticas en sus páginas web. Al resto de plataformas que no han querido regularizar su situación se les ha abierto expedientes sancionadores «hasta las últimas consecuencias».
El crecimiento descontrolado del alojamiento turístico sumergido en la Comunidad Valenciana (80% en la Costa Blanca), con 127.345 pisos nuevos en el mercado del alquiler en los últimos cuatro años -509.380 plazas- en los diez municipios turísticos más importantes, ha comenzado a provocar, incluso, un sentimiento de rechazo de los vecinos hacia esos inquilinos temporales que, poco a poco, amenazan con cambiar el entorno social de los centros urbanos, y también el económico en forma de precios disparados y adaptación de comercios y locales a los gustos de unos turistas que, además, suponen una competencia desleal para la oferta reglada.
Tercer destino nacional
Por otro lado, la Comunidad Valenciana -la Costa Blanca concentra el 70%e del mercado turístico- fue el tercer destino elegido por los españoles para sus viajes durante el tercer trimestre de este año, con 7,1 millones de viajes, el 11,2 % del total, sólo por detrás de Andalucía (17,7 %) y Cataluña (12,6 %).
Los españoles completaron casi 64 millones de viajes entre julio y septiembre, un 4,9 % más que en el mismo periodo de 2016, según la Encuesta de Turismo de Residentes (Familitur), que elabora el Instituto Nacional de Estadística.
Alicantinos, valencianos y castellonenses realizaron, por su parte, 5,3 millones de viajes en este tercer trimestre, el 8,3 % del total, lo que equivale a 1.007 viajes por cada mil habitantes, un cifra que está a la cola de España, solo por delante de Baleares (827 viajes por cada mil habitantes), Canarias (902), Melilla (963) y Ceuta (1.003).Las pernoctaciones de los turistas que visitaron la Comunidad Valenciana fueron de 7,2 noches de media, mientras que las realizadas por los alicatinos que viajaron otros destinos se sitúan en 5,9 días.Los desplazamientos por España de los residentes -el 90 % del total- aumentaron un 4 %, aunque el crecimiento fue aún mayor para los viajes al extranjero: un 14,4 % más con respecto al tercer trimestre del año pasado.
Los viajes durante las vacaciones de verano aumentaron un 3,9 %, con una duración media de 13,2 noches de estancia. Por el contrario, en el tercer trimestre disminuyeron un 12 % los viajes de negocios y por otros motivos profesionales. Los españoles aumentaron también el gasto en sus desplazamientos entre julio y septiembre, con un 8,9 % de incremento. En relación con el medio de transporte, el vehículo propio fue el elegido por el 80 % de los españoles para salir de viaje y el número de desplazamientos al volante creció un 5,2 %.También aumentó el uso del avión en este periodo, un 6,1 % más; se mantuvo la elección del autobús en relación con las cifras del tercer trimestre del año pasado; y bajó un 7 % el tren, cuya caída fue del 8,1 % en territorio español.
La Comunidad Valenciana ha recibido, por otro lado, entre enero y noviembre de 2017 un 15,7% más de turistas extraneros que en 2016, alcanzando los 8.517.973 de visitantes foráneo. En noviembre fueron 451.753, lo que supone un incremento del 19,5% frente al mismo mes del año anterior. Según los cálculos del secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, el año que se cerró el domingo concluirá con nueve millones de visitantes foráneos, el 70% de ellos en la Costa Blanca. Todo un récord difícil de superar.
