Alrededor de 250.000 alicantinos, según datos de la Policía Local, peregrinaron hoy en la tradicional romería al Monasterio de la Santa Faz donde, según la tradición cristiana, se conserva uno de los pliegues del sudario con el que la Verónica secó el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario.

Los romeros disfrutaron de una benigna climatología para caminar, con ausencia de sol y una temperatura fresca, y sólo algunas lipotimias, caídas y rozaduras en los pies alteraron la normalidad de esta fiesta, que se celebra el segundo jueves posterior a la Semana Santa.

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps; el obispo de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, y el alcalde de la capital, Luis Díaz Alperi, encabezaron la romería, en la que también participaron la subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, y el secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla.

Otras autoridades que recorrieron los cerca de seis kilómetros que separan el casco urbano de Alicante y el caserío de la Santa Faz fueron los consellers Gema Amor, Gerardo Camps, Miguel Peralta, José Ramón García Antón y Milagrosa Martínez.

El presidente de la Diputación Provincial, José Joaquín Ripoll, un importante número de miembros del consistorio alicantino y representantes de distintas formaciones políticas acudieron también a esta cita, a la que se sumó más tarde el presidente de Les Corts, Julio de España.

Un año más, el fervor de los alicantinos hizo que miles de personas se agolparan en las calles del centro de la ciudad desde poco antes de las 08.00 horas, cuando comenzó la peregrinación desde el convento de la concatedral de San Nicolás.

Los peregrinos lucieron el tradicional blusón negro y el pañuelo blanquiazul, ayudados por los bastones de cañas con romero, de los que se repartieron unos 10.000.

El Ayuntamiento también ayudó a reponer las fuerzas de los romeros mediante el reparto en distintos puntos del camino de unos 4.500 kilogramos de rollos de anís, 3.500 litros de mistela y 1.500 de cantueso, productos que han sido proporcionados por la Asociación Maestros de Pan y Dulces.

"La Peregrina", nombre con el que se conoce esta romería, alcanzó el monasterio de la Santa Faz poco después de las 10.00 horas, momento en que la presidencia accedió al templo para que el edil-síndico, Pedro Romero, y el nuevo capellán del monasterio, Francisco Bernabé, abrieran el camarín donde se conserva el sagrado lienzo.

La tradición de la custodia del sagrario, cuyo camarín tiene cuatro pequeñas cerraduras, establece que dos llaves deben estar en posesión de las monjas clarisas del propio monasterio y las dos restantes bajo la salvaguarda del Ayuntamiento de Alicante.

Una vez abierta la urna, la reliquia fue trasladada hasta la plaza anexa al convento para la celebración de una misa solemne multitudinaria presidida por el obispo.

Más de 200 agentes de la Policía Local, 150 de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, un centenar de efectivos de Protección Civil y 40 voluntarios de la Cruz Roja participaron en el dispositivo de esta romería.

El president de la Generalitat, Francisco Camps, destacó que esta jornada ha servido para "comprobar que vale la pena volver a caminar juntos, en la misma dirección, que es el sentido íntimo y profundo, personal y colectivo que tiene una romería de estas características; todos juntos, formando parte de un mismo pueblo y yendo en la misma dirección".

Por su parte, Díaz Alperi, indicó que su petición a la Peregrina ha sido que vele por la ciudad y por que el año transcurra sin que se tenga que lamentar ningún incidente "que haga sufrir a los alicantinos".

Encarna Llinares, para quien éste ha sido el primer acto oficial como subdelegada del Gobierno, se mostró "encantada" de participar en la romería y de haber podido hablar con la gente, aunque lamentó no haber podido ir en la comitiva institucional, y dijo que aunque se ha encontrado una Subdelegación "mucho mejor que la que encontró Etelvina Andreu, seguiremos trabajando en mejorar el bienestar de los alicantinos".

Asimismo, Joan Ignasi Pla y Etelvina Andreu compartieron "la ilusión de miles de alicantinos al participar en la romería" y dijeron que este año éstos sienten esa misma ilusión "por el cambio hacia el progreso de la mayoría, hacia la mejora de la ciudad".