La Asociación de Empresarios de Artesanía de Alicante y comarca critica al Ayuntamiento por la ausencia de inversión en el tramo habilitado para el mercado navideño en la avenida Federico Soto. Los feriantes explican que llevan varios años solicitando que se ambiente la zona, al mismo tiempo que trasladan la queja de que el número de ventas se está viendo notablemente reducido «porque el mercado no es capaz de llamar la atención del público».

Pagan 349 euros por el espacio de suelo que se les concede entre el 1 de diciembre y el 6 de enero. A cambio, la petición del conjunto de artesanos se limita a que el mercado tenga «un poco más de vida». «No hay ambiente de Navidad. No hay ni luces, ni árbol, ni Papá Noel. La gente que pasa por aquí es porque le coge de paso, no porque la zona llame la atención», explica Guillermo Castillo, uno de los comerciantes. «Hemos pedido al Ayuntamiento que al menos nos ponga una alfombra roja, y nos ha contestado que si la queremos tenemos que pagar más», añade Castillo.

«Este es uno de los suelos más caros de España y, sin embargo, la inversión en el mercado es de cero euros», critica Mercedes Guillamón, una asidua entre los 26 puestos que ocupan año tras año este espacio navideño. Guillamón se muestra en descontento con la Concejalía de Ocupación de Vía Pública por la forma en la que, asegura, se les diferencia del resto de comerciantes: «Hace unos años nuestros puestos estaban mirando hacia la acera de El Corte Inglés. Algunos comerciantes de la zona se quejaron de esto y nos colocaron mirando hacia el otro lado. Ahora pedimos que se nos gire de nuevo, aunque sea alternando años, como en el acuerdo al que se ha llegado en el mercado de Murcia, pero no nos hacen caso. No se nos escucha, como si nosotros no fuéramos comerciantes también».

A esta crítica se suman trabajadores de los seis puestos de libreros que ocupan la parte del paseo más próxima a la plaza de los Luceros. «Este año no hay mucha gente por aquí. No hay un ambiente de fiesta y por eso no se vende», explica Milagros Hernández, librera de una de las casetas. Uno de sus compañeros, Roberto Araujo, cuenta que se interesó por esta cuestión: «Pregunté por la falta de ambiente pero me dijeron que no había presupuesto».

Los artesanos de los puestos del Paseo de Federico Soto no han podido evitar comparar su zona con la del mercado que se deja ver también por estas fechas en la Diputación. «No hay más que asomarse para darse cuenta de la diferencia en la inversión que se ha hecho en cada uno», asegura Guillermo Castillo. Guillamón, por otro lado, echa en falta que «se invierta en publicidad y al menos un concejal tenga el detalle de venir a inaugurarlo, tal y como pasa en el mercado de la Diputación».