Casi dos meses después de la sentencia judicial que obligaba a que el pleno de Alicante decidiera la retirada de las calles franquistas, la corporación municipal ha aprobado de manera unánime el acuerdo adoptado hace dos semanas por la Comisión de la Memoria Histórica que supone el cambio de 37 vías del callejero alicantino. La propuesta ha contado con el voto a favor de los cinco grupos municipales y también de los dos ediles tránsfugas.

En la defensa del punto, el concejal de Memoria Histórica, el socialista Fernando Marcos, ha destacado que el "diálogo tiene su recompensa", a la vez que ha "agradecido el ejercicio de responsabilidad de los grupos". Para Marcos, "el objetivo del equipo de gobierno era devolver la participación a las Juntas de Distrito". La propuesta de nombres para sustituir a las denominaciones franquistas debe pasar ahora por los vecinos, que pueden proponer alternativas. Al respecto, el concejal Daniel Simón (Guanyar) ha reclamado a los grupos ir "juntos" a defender el acuerdo aprobado hoy. "Exigimos lealtad a los grupos", ha añadido Simón.

Por su parte, la exresponsable de Memoria Histórica, María José Espuch, ha incidido en que el anterior acuerdo, tumbado por la justicia tras la denuncia del PP, no pasó por pleno por una decisión "técnica". "La Memoria Histórica es una derecho que nos hace más libres", ha apuntado Espuch, quien al igual que Guanyar ha subrayado que la propuesta aprobada hoy por el pleno no es la "inicial" que defendía su formación, en la que se incluían otros nombres, como Calvo Sotelo o Primo de Rivera.

Desde el PP, el portavoz Luis Barcala ha incidido en que el objetivo de su grupo era "aplicar la Ley de Memoria Histórica de principio a fin", buscando el "consenso". Por eso, ha continuado Barcala, acudieron a los tribunales, donde denunciaron que el acuerdo previo no pasó por pleno (fue aprobado en Junta de Gobierno) y que incluía nombres que, a su juicio, no se ajustaban a la Ley de Memoria Histórica.

Por último, el concejal Antonio Manresa (Ciudadanos) ha subrayado que su formación "quería que el callejero esté en el siglo XXI". Por contra, Manresa ha criticado a la exedil de Memoria Histórica, María José Espuch, por hacer "imposible" llegar a un acuerdo entre todos los grupos mientras ella fue la responsable de la concejalía, es decir, hasta que Compromís renunció a principios de noviembre a sus competencias de gobierno por la negativa a dimitir del alcalde, Gabriel Echávarri, encausado en dos procesos judiciales por presunta prevaricación.