La portavoz de Educación del PP en Las Cortes Valencianas, Beatriz Gascó, acusa al conseller, Vicent Marzà, de "intentar coaccionar al ministro de Educación, amenazando con que o paraban las denuncias de adoctrinamiento en la Comunidad por parte del PP, o Compromís no firmaría el pacto educativo. Es lamentable este intento de chantaje", afirma.

Gascó califica de "auténtica vergüenza que Marzà vuelva a negar la evidencia de estos casos en aulas valencianas, cuando en realidad se han disparado las denuncias por adoctrinamiento y por la presencia de elementos catalanistas en las aulas ante la Sindicatura de Greuges".

La dirigente popular alude a la intervención del conseller, ayer ante el Senado, en la ponencia de estudio sobre el pacto educativo, donde propuso un modelo de escuela en la que cada centro diseñe su programa de enseñanza, que acabe con las desigualdades para que no haya diferencias sociales, y que se adapte a los alumnos, al contexto y a sus necesidades, y no al revés como ahora.

"Un pacto tiene que basarse en diálogo y consenso, no en las imposiciones ni en las amenazas. Su actitud evidencia el escaso talante del conseller", abunda la parlamentaria.

Recuerda que hace una semana en el pleno de Las Cortes expuso "numerosos ejemplos de casos de adoctrinamiento en diferentes centros" y considera que Marzà "demuestra con su negación que su intención es seguir haciendo la vista gorda y consintiendo que estos lamentables episodios se sigan repitiendo".

Gascó insiste en que el PP "no dejará de denunciar al conseller de Educación, Vicent Marzà, por casos de adoctrinamiento en las aulas pese a sus amenazas".

Subraya que no dejará de "denunciar que se coarte la libertad de las familias y que se intente imponer por parte de algunos el ideario de Compromís en las aulas valencianas".

Además asegura en el mismo comunicado que "la mayoría de las propuestas planteadas por Marzà sobre un pacto educativo las incumple en la Comunidad, donde se dedica a eliminar de manera sistemática la autonomía de los centros".

"Marzà -añade- se dedica a imponer en todo momento a los equipos directivos y docentes cómo tienen que actuar, poniendo en cuestión su profesionalidad y libertad de cátedra. Llega al extremo de decir en qué lengua tienen que hablar y cómo dirigirse al resto de miembros de la comunidad educativa".

La diputada concluye que "difícilmente un centro puede diseñar su propio programa como pide Marzà y que se haga a nivel nacional, cuando es Compromís quien impone todos los aspectos concernientes a la programación, los recursos, o el proyecto lingüístico para poder implantar ese modelo de enseñanza único tan ansiado por los nacionalistas".