Aquella máxima que marcaba el devenir de muchas familias españolas, basada en que cuando una persona consigue un trabajo «ya tiene el provenir resuelto para toda su vida», ya no sirve. Hoy en día, pobreza Existen los trabajadores pobres, con condiciones malas de vida, que está en el umbral de la pobreza. Hay gente que malvive en chabolas, pero hay muchas otras que viven en una vivienda sin luz ni agua. Y esta realidad ha motivado que Cáritas haya dado un giro en su forma de gestionar la pobreza.

A la vista de las necesidades que llegan a diario a las distintas delegaciones de Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante, y de la distinta realidad social que contempla la supuesta «salida de la crisis», la ONG ha activado diversas acciones para fomentar la ocupación entre sus usuarios, siempre desde un punto de vista de creación de empleo digno.

En opinión del secretario general de Cáritas Diocesana, Javier Ruvira, «si aceptamos que se ha superado la crisis, es evidente que ha cambiado la realidad. En la época más dura, en pleno shock, dábamos una solución de emergencia. La primera reacción fue sin tiempo de planificación y sin ver los problemas estructurales que había generado esa situación de precariedad». En cambio, en una segunda fase, «ya hemos calibrado que la crisis no es pasajera, y que requiere un cambio de estructuras. El panorama social ha cambiado y hay que actuar de otra forma», recalca Ruvira. Es entonces cuando Cáritas se ha planteado como prioritarios diversos proyectos, como son la creación de una agencia de colocación y la puesta en macha de una empresa de inserción laboral, basada en el reciclaje textil.

La organización humanitaria tiene claro que Cáritas no es un empresa», pero tal y como señala su responsable de comunicación, María Boyer, «la responsabilidad laboral es materia de la administración, pero otra manera de atender la realidad social es posible».

Agencia de colocación

En esos momentos, la agencia de colocación de Cáritas está solo pendiente de la homologación por parte de la Generalitat, donde falta presentar el proyecto definitivo a finales de año, pero las primeras gestiones han recibido una buena acogida. Su objetivo es realizar la intermediación entre empresarios y trabajadores, como si fuera cualquier otro figura legal, creada en coordinación con la Administración Autonómica. «Es la evolución natural de los que hemos hecho muchas veces, cuando en las delegaciones se hacían gestiones de intermediación a título informal cada vez que algún particular acudía a pedir un trabajador, casi siempre, chicas para la limpieza doméstica», explica Javier Ruvira, quien añade: «Esas bolsas de bolsas de trabajo informales, alegales, que nacen desde la buena intención, es el paso previo de la agencia de colocación, que además dotaremos de una protección de dignidad muy elevada».

Existen empresas que tiene una inquietud social, que cuidan su Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que se ponen en contacto con Cáritas. «No queremos dinero, queremos crear trabajo digno. Las empresas tienen la responsabilidad de dignificar ese empleo, y van tomando conciencia de ello», recalca Ruvira.

Empresa de inserción laboral

También por evolución natural, Cáritas va a crear una empresa de inserción, basada en el reciclaje textil. Ya tiene un nombre inicial, Retextil, y se ha contratado al gerente. Esta mercantil va a cambiar el concepto de recogida de ropa de Cáritas. A partir de ahora, la ropa almacenada en cada delegación se trasladará -por personal contratado por Cáritas- a una nave de reciclaje y aprovechamiento de tejidos y componentes textiles, para que otras empresas del sector saquen provecho del material reciclado. Existe una cooperativa vinculada al entorno de Cáritas, que tiene tres naves por España (Bilbao, Barcelona y Valencia), que se dedica a estos menesteres. Javier Ruvira indica que la ropa recogida en la provincia de Alicante se llevará a las instalaciones de Valencia. La mercancía que llegue se puede utilizar de tres maneras: reutilizar como ropa de segunda mano para vender en tiendas amparadas por Cáritas; aprovechar componentes de la ropa, como botones, cremalleras o tejidos especiales, para enviar a otras empresas textiles; y reutilizar elementos para tejidos que sirven para rellenos de productos.

Junto a estas dos «iniciativas humildes, pero muy simbólicas», dice María Boyer, la ONG pretende mejorar orientación laboral en los equipos parroquiales, con la ayuda de oficinas del Servef (para saber cómo afrontar la búsqueda de empleo, elaborar currículum y preparar una entrevista) y, de manera muy contundente, denunciar la vulnerabilidad del empleo, con guías que fomentan la contratación digna y el trabajo decente. Apuesta constante de Cáritas Diocesana.