El Ayuntamiento y el promotor del «Arca de Noé», Raúl Mérida, trabajan en un proyecto para abrir un nuevo centro de recuperación de especies exóticas y salvajes en la ciudad de Alicante. La iniciativa surge casi un año después de que el tripartito, tras la unión de Guanyar y Compromís frente al PSOE, decidiera cerrar la antigua «Arca de Noé» al rechazar la prórroga de tres años recogida en el contrato. Esa decisión propició que Raúl Mérida llevara al Ayuntamiento a los tribunales. Tras el pronunciamiento de un juzgado de Alicante, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) negó este jueves la paralización cautelar del cierre, aunque el denunciante está en plazo para poder recurrir la sentencia.

Ante ese escenario judicial, el Ayuntamiento -ahora dirigido en solitario por el PSOE- trabaja con Raúl Mérida para llegar a un acuerdo para la apertura de un nuevo centro de recuperación de especies exóticas y salvajes. En esencia, será como un nuevo «Arca de Noé», pero con una iniciativa «más ambiciosa». Y es que Mérida y el Ayuntamiento buscan nuevos espacios que permitan ampliar las instalaciones que existían en la finca «El Roal». «La idea es pasar de unos 10.000 metros cuadrados a una finca con cientos de miles de metros cuadrados. Tenemos varias vistas en Alicante», señaló ayer Mérida, quien pretende trasladar en los próximos días el proyecto al resto de grupos del Ayuntamiento para buscar el máximo consenso a favor de una nueva «Arca de Noé». Y es que según Mérida, la necesidad de un espacio para albergar a algunas especies animales persiste, ya que no existe espacio suficiente para todas en otros centros del entorno y porque algunos ejemplares no están siendo recogidos. «La necesidad sigue existiendo. Queremos instalaciones más amplias, con muchos más medios, y trabajamos en formar un comité ético y científico en el que se integren el Ayuntamiento, la Generalitat, la Universidad de Alicante y el Seprona (Guardia Civil), además de empresas y ONG que colaboren», añadió Mérida.

Entre los animales, que en diferentes fases, se pretende acoger están los grandes felinos, pájaros exóticos, caballos, osos, elefantes o hipopótamos, entre otros. El proyecto, que Mérida aspira a que eche a andar a principios del próximo año, necesitaría de tres años para estar totalmente en marcha.

La nueva «Arca de Noé» tendría dos vertientes: la acogida de animales y un centro de interpretación con actividades, que contaría con un observatorio ajeno a la mirada de los animales. «Los visitantes podrían verlos, pero sin interactuar con ellos. Los animales, en cambio, serían ajenos a la presencia humana», prosiguió Mérida.

Para la finca de El Roal, donde se ubicaba la cerrada «Arca de Noé», el gobierno trabaja en habilitar un espacio para los vecinos de las partidas rurales y en apostar por huertos solidarios, que estarían en manos de entidades sociales (por ejemplo, de discapacitados) y cuyos productos irían a personas en exclusión social.