Infraestructuras clave para ayudar a que el sector turístico logre su objetivo son línea del AVE con Madrid y el aeropuerto de Alcante-Elche, que durante la presente temporada baja se ha vuelto a consolidar como la gran principal puerta de entrada a la provincia del turismo extranjero y nacional. La terminal mantiene enlaces directos con 81 ciudades europeas, la mayoría a dos horas y media de Alicante, y ha estrenado siete conexiones respecto al invierno anterior, entre las que destaca el vuelo diario Alicante-Lisboa, consolidado los 365 días del año.

Novedades son también los vuelos con Milán, Billund y Kaunas de Ryanair, el Alicante-Nantes de Vueling y el que conecta ya todo el año la Costa Blanca con Islandia, en concreto Alicante-Reykjavic de la aerolínea Wow Air. De las 81 rutas diez son nacionales. En concreto, enlaces con Barcelona, Bilbao, Ibiza, Gran Canaria, Madrid, Asturias, Palma de Mallorca, Santiago y Tenerife.

Ryanair ofrece cuatro rutas nuevas en el aeropuerto donde moverá entre este noviembre y abril de 2018 un total de 3,8 millones de pasajeros. Los destinos nuevos serán Milán-Malpensa, Frankfurt, Billund y Kaunas (Lituania). Los tres últimos se incorporan a la programación de todo el año gracias a su buen nivel de ocupación y la gran demanda de plazas.

La apertura de las zonas turísticas de Túnez (sin tasas adicionales al alojamiento y con precios un 20% más baratos de media que los del sector turístico provincial) tiene, por otro lado, en guardia al sector hotelero de la Costa Blanca, este invierno. Tras cerrar uno de los mejores años turísticos de su historia, afronta también ahora la comercialización de las plazas del verano de 2018 con la tensión añadida del despertar de un competidor de calidad y más barato como es Túnez, y mucho menos sensible a las fluctuaciones de la libra.

El efecto positivo de la Costa Blanca como destino seguro se mantiene, pero los tour operadores británicos y alemanes han vuelto a incorporar tras tres años cerradas a sus folletos las playas del país norteafricano, y eso añade presión a los precios. De hecho, buena parte del «boom» turístico que ha registrado el Mediterráneo español en los últimos años se ha debido, en parte, a la crisis de Túnez, Egipto y Turquía, que han posibilitado, por ejemplo, el crecimiento de hasta medio millón de pasajeros nuevos en el aeropuerto de Alicante-Elche, que este año va a cerrar con cerca de 14 millones de viajeros, nuevo récord.