La incesante llegada de pateras a las costas de la provincia -sólo en la última semana han llegado 89 personas- está poniendo contra las cuerdas a los centros que se encargan de recibir y dar acogida a los menores que viajan en estas embarcaciones. Estos chicos llegan solos, por lo que deben ser trasladados a los denomionados centros de recepción. La provincia cuenta con dos de estas instalaciones, una pública y otra de gestión privada, que en los últimos días se han visto literalmente desbordadas por la situación, según han confirmado tanto trabajadores como los sindicatos UGT y CC OO.
Aunque el centro de gestión privada Lucentum se encuentra al límite de su capacidad, la peor situación se está viviendo en el centro público Alacant, donde según estas fuentes se han tenido que poner colchones en el suelo para que duerman los niños por la falta de camas. Los menores y los monitores también se ven obligados a comer hacinados «y es inevitable que hayan surgido varios roces», explican desde el sindicato UGT. En el módulo de mayores hay disponibles 10 plazas y estos días han llegado a tener 20. Una situación que se arrastra desde finales del mes de octubre. Aunque acaba de abrir un centro de acogida nuevo en Altea, que en parte está permitiendo paliar la situación ya que se están derivando menores hacia ese nuevo recurso, una de las trabajadoras señalaba ayer que apenas tienen momentos de respiro. «A lo mejor derivamos en un día cuatro niños a Altea, pero a las pocas horas nos llegan seis». Y es que las pateras no son la única vía de entrada a estos centros. Muchos menores que han llegado a las costas de Murcia o Andalucía se escapan con el objetivo de llegar hasta Francia y por el camino van parando en distintos centros de menores. El Síndic de Greuges también ha recibido una queja en la que se denuncia la saturación de estos centros, por lo que ha abierto una investigación.
Desde Conselleria de Igualdad señalaron ayer que este año se ha duplicado el número de personas que han llegado en patera y que se está trabajando «para no llegar a la situación que viven comunidades vecinas como Murcia o Cataluña». Pese a esto niegan que en la provincia de Alicante exista un problema en los centros de recepción de menores. Sólo reconocen una sobreocupación de tres plazas en el centro Alacant, «por lo que la situación es de normalidad».
