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Asesinato de la viuda del expresidente de la CAM

El abogado de Vicente Sala plantea que las autopsias no se hacen sobre fotos

El letrado de la acusación particular en el crimen pide rechazar la nueva necropsia que reclama la defensa de Miguel López

El abogado de la acusación particular, Francisco Ruiz Marco, en una imagen de archivo. josé navarro

«Las autopsias se hacen sobre cadáveres, no sobre reportajes fotográficos o sobre vídeos». Con estas palabras se expresa el abogado de Vicente Sala, personado como acusación particular en la causa abierta por el asesinato de su madre, para oponerse a la petición de la defensa de Miguel López de realizar una segunda necropsia a María del Carmen Martínez a partir de las imágenes que se realizaron durante la primera por los forenses de Instituto de Medicina Legal de Alicante. El abogado de la acusación particular, Francisco Ruiz Marco, ha planteado que no hay motivo alguno para practicar esta nueva prueba. A su juicio, la defensa no ha dado ningún dato que desvele «déficits, omisiones o errores» de los forenses y no se ha concretado para qué se realizaría dicha pericial.

María del Carmen Martínez murió asesinada a tiros la tarde/noche del 9 de diciembre del año pasado mientras recogía su coche de las instalaciones de Novocar, empresa de automoción vinculada al emporio familiar y que regentaba el yerno de la víctima, Miguel López. Casi dos meses después del crimen, López fue detenido como sospechoso de los disparos, aunque quedó en libertad el pasado 20 de marzo tras pagar una fianza de 150.000 euros.

Resolución judicial

Tal como publicó este diario, el magistrado José Luis de la Fuente, que investiga la muerte de la viuda del expresidente de la CAM, ha acordado la petición de la defensa de hacer otra autopsia basada en las imágenes de la primera. El juez ha admitido, además, los dos peritos designados por el letrado de Miguel López: los facultativos Borobia Fernández y Cobo Sevilla, para dicha prueba. Ambos «podrán tener acceso al material fotográfico y videográfico obrante en la causa» para la práctica de su pericia, según la resolución judicial.

El abogado de Vicente Sala ha impugnado ahora esta decisión ante el propio juez, al considerar que se desconoce cuál es el objeto concreto de esta prueba. La decisión que adopte el magistrado sobre esta impugnación sería recurrible ante la Audiencia. Ruiz Marco recuerda que la primera autopsia establecía «claramente» la causa de la muerte, la hora a la que tuvo lugar, así como la identidad de la fallecida, «sin que la defensa indique cuál de esos extremos de ese informe oficial es erróneo o incompleto». El letrado considera que se trata de una prueba ya practicada por un organismo oficial, respecto del cual «no se denuncia irregularidad técnico, legal o científica alguna».

Alternativamente, en el caso de que el juez siga considerando imprescindible esta prueba, la acusación particular considera que primero se debería concretar qué debería buscar la segunda autopsia y que se practique por médicos forenses «sobre el cadáver» en presencia de la autoridad judicial. El letrado asegura que los peritos designados por la defensa no son forenses y que la planta de tribunales de Alicante dispone de un gran número de médicos forenses distintos a los que realizaron la autopsia en primer lugar para llevarla a cabo. Ruiz Marco considera que la «gravedad» de los hechos investigados aconsejan «extremar las garantías de imparcialidad de los peritos» y, en consecuencia, valerse de estos profesionales.

El juez también ha resuelto reclamar cotejar los restos biológicos hallados en las vainas de los proyectiles que acabaron con la vida de la víctima con los de todas las personas que se encontraban presentes en la escena del crimen. Una prueba que se reclamó después de que un informe de la Policía Científica fechado en mayo (pero que no llegó al juzgado hasta agosto) desvelara la presencia de restos biológicos en las vainas no coincidentes ni con el ADN de Miguel López ni con el localizado en la mano de la víctima, masculino igual que el de los casquillos y también sin concordancia con el sospechoso.

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