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Sin bromas ante el cambio climático

El geógrafo Jorge Olcina alerta de que la provincia debe reaccionar ante un escenario marcado por el calentamiento

Un agricultor comprueba los efectos negativos que ha provocado la falta de agua en sus tierras de cultivo en Pinoso, en el Medio Vinalopó. CARLOS RODRÍGUEZ

El director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, alertó ayer, durante la inauguración de un ciclo de conferencias sobre el medio ambiente en la sede de la UA en la ciudad, que el cambio climático es ya un hecho en la provincia, donde la temperatura media ha subido casi un grado desde 1950. Esta circunstancia se traduce en una pérdida de confort climático debido, por ejemplo, a que el número de noches tropicales (las mínimas no bajan de los 21 grados en verano) se ha triplicado desde 1980, y ha cambiado las estacionalidad y la forma de llover.

Las precipitaciones son cada vez más intensas y caen en menos tiempo. Una coyuntura pluvial que impide que la lluvia se pueda aprovechar y, además, cause más daños. Olcina advirtió de que el balance energético del planeta está desajustado, entre 0,5 y un watio por metro cuadrado y, por otro lado, el Mediterráneo se ha calentado de forma intensa en las dos últimas décadas, «gran síntoma de cambio climático que tienen en estos momentos las regiones litorales del Mediterráneo», aseveró Olcina. De hecho, en las playas de la provincia los bañistas siguen disfrutando del mar cuando se enfila ya el final del mes de noviembre.

Este panorama, según Olcina, obliga a plantearse, incluso, cambios en los modelos económicos como la actividad agrícola. Según el climatólogo y desde hace un par de semanas presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles, «la agricultura alicantina debe hacer un análisis serio sobre sus perspectivas y posibilidades de futuro en un territorio con un clima menos lluvioso y más extremo».

Esto obliga, a juicio del geógrafo, como ya se está haciendo en otros países y en algunas regiones españolas, a empezar a tener el cuenta el cambio climático en los procesos productivos. El viñedo y su adaptación al cambio puede ser un buen ejemplo y ya hay estudios serios que indican los cambios en variedades y procesos de cultivo que deberán llevarse a cabo para adaptar las producciones a un clima más cálido y con lluvias menos cuantiosas y más irregulares».

Olcina se muestra crítico con la política llevada ahora de centrar las soluciones en los grandes trasvases. «El Tajo-Segura es irrenunciable, pero la prudencia obliga a que no debemos pedir agua sin más. Primero hay que analizar qué cultivos son viables en las condiciones actuales y futuras y luego hacer balance del agua disponible para regarlos. En este contexto, la apuesta por la agricultura de vanguardia, que gestiona al milímetro los abonos y el agua, es algo irrenunciable para nuestra provincia», subraya

Según el director del Laboratorio de Climatología, hay otros cultivos sobre los que hay que hacer una reflexión seria, porque igual el gasto de agua que tienen no se corresponde con su rentabilidad económica y su posibilidades comerciales en el mundo globalizado. Por tanto, el cambio climático debe servir para hacer también la reflexión sobre el tipo de agricultura que podemos llevar a cabo en el litoral mediterráneo».

Sobre si existe una relación directa entre la sequía y el cambio climático, Olcina tiene claro que «la sequía es un fenómeno propio de nuestro territorio. El problema es que en las últimas décadas se ha aumentado el grado de exposición a la sequía, debido a la implantación de actividades económicas de gran valor que pueden verse seriamente afectadas por la escasez de agua, como la agricultura, el turismo o el propio desarrollo de las ciudades».

Olcina recuerda que «nuestro umbral de tolerancia o de adaptación a la sequía se ha reducido. Junto a ello, los modelos de cambio climático señalan que este tipo de episodios van a ser más frecuentes e intensos en las próximas décadas, en el marco del proceso de calentamiento climático que estamos viviendo y que es algo incontestable. Por eso, tenemos que prepararnos para un panorama climático más extremo e ir adaptando nuestro territorio y actividades económicas».

Informacióntv

Información Tv analiza hoy la problemática de la escasez de agua en La Línea Roja. Eladio Aniorte, presidente de Asaja, Antonio Gil Olcina, catedrático en Análisis Geográfico y Emilio Bascuñana, alcalde de Orihuela, son tres expertos en esta materia que darán sus puntos de vista en esta tertulia a partir de las 14 horas.

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