Stop Desahucios ha logrado frenar el desalojo de una pareja con dos hijos menores que viven de alquiler en un piso de la avenida de Novelda. Se da el agravante de que la familia, además de no tener ingresos, ha sido estafada y durante los últimos cuatro meses ha ocupado, sin saberlo, una vivienda propiedad de una entidad bancaria. «El hombre que nos ofreció la casa nos dio a firmar un contrato que luego resultó ser falso. Durante este tiempo hemos estado pagando 300 euros mensuales sin saber que todo era una estafa», lamenta Juan Soler, quien además padece diabetes. La familia se enteró de su situación a finales del mes de octubre, «cuando un funcionario del juzgado se presentó aquí y nos dijo que en menos de un mes debíamos abandonar la casa».

El desalojo estaba previsto para primera hora de la mañana. Decenas de miembros de la plataforma se concentraron a las puertas del edificio en el que reside la familia para impedir que la comitiva judicial hiciera efectivo el desahucio anunciado. Arriba, en la casa, esperaban Juan, su mujer y su hijo pequeño, de tan solo dos años.

En torno a las 12 horas se presentó la comitiva judicial y, tras negociar con miembros de la plataforma, el desahucio quedó aplazado.

El caso de esta familia ya está en manos de la Concejalía de Acción Social para que les asigne una ayuda económica con la que poder hacer frente al alquiler de una vivienda mientras Juan Soler encuentra un trabajo estable. Otra alternativa no hay. «No tenemos familia que nos acoja porque todos están en una situación muy mala», lamenta Soler.

Hasta el momento el matrimonio subsiste del dinero que él consigue arreglando teléfonos móviles, aunque desde hace un mes que les comunicaron el desalojo su situación es insostenible. «He estado yendo a diario al juzgado durante diez días para buscar una solución y no me han ayudado en nada y durante este tiempo no ha entrado nada de comer en casa». Desde Stop Desahucios critican que en todo momento «la entidad bancaria ha considerado que esta familia no es parte del proceso, cuando realmente son los más perjudicados porque se van a ver en la calle».

Del hombre que les alquiló la casa, que además se encuentra en unas condiciones deplorables, nada se sabe. No es la primera vez que Stop Desahucios denuncia que en la ciudad de Alicante se están dando estafas en el alquiler de pisos ocupados ilegalmente propiedad de bancos.

También han detectado personas que realquilan casas que previamente han sido arrendadas por los bancos a familias con pocos recursos por poco dinero. Un problema que se enmarca en la acuciante falta de viviendas sociales que sufre la ciudad de Alicante.