El pleno municipal de ayer, el primero tras la certificación de la ruptura del tripartito de Alicante, sirvió para aprobar una modificación de crédito para destinar 487.000 euros a inversiones de los presupuestos participativos, gracias a los votos a favor de PSOE, Guanyar, Compromís y Cs, y para certificar las posiciones de los hasta ahora socios de gobierno.

Como era de esperar, el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, se puso en «modo oposición», pasando al ataque contra el regidor socialista, al que pidió nuevamente la dimisión por su doble investigación judicial y por ser «incapaz» de liderar un gobierno del cambio, mientras que el líder municipal de Compromís, Natxo Bellido, mostró un talante más conciliador, pasando de puntillas sobre la situación judicial del alcalde. De hecho, Bellido fue más crítico con el PP que con el propio Echávarri, al pedir a Luis Barcala que presente una moción de censura (que ya dijo un día antes que Compromís no apoyaría en ningún caso para evitar la vuelta del PP al gobierno municipal) contra el actual alcalde o que se «callara».

El pleno extraordinario de ayer, que apenas se prolongó durante media hora, sirvió también para comprobar la nueva disposición de los concejales tras la nueva situación del gobierno, con los seis ediles PSOE al frente en solitario.

Desde ayer, a la derecha de Echávarri, en la mesa presidencial, se sienta la vicealcaldesa, portavoz del equipo de gobierno y, entre otras competencias, nueva concejala de Urbanismo, Eva Montesinos. En la que hasta ahora ha sido la bancada del gobierno siguen los tres grupos de la izquierda, pero en una configuración distinta. En primera línea, en la parte más próxima a Echávarri, se sitúan los restantes concejales del PSOE: Giménez, Morales, Marcos y Vara. A sus espaldas están colocados los tres representantes de Compromís: Bellido, tras dejar de ser el portavoz del tripartito, junto a Espuch y Tirado.

El resto de los sillones de la primera fila de la bancada están ocupados desde ayer por el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, acompañado por el adjunto, Víctor Domínguez, y Julia Angulo. Tras ellos, el resto de ediles de la coalición: Simón y Moreno.

Pavón, en sus dos intervenciones de ayer, demostró a Echávarri que, a partir de ahora, no tendrá ningún pleno cómodo. «Dimita para que el Ayuntamiento recupere la dignidad. Usted es un alcalde triste e indigno, que sigue aferrado al sillón de la Alcaldía pese a estar investigado y procesado por presunta prevaricación», le dijo Pavón, que también recordó la imputación del socialista Carlos Giménez. Echávarri, en cambio, quiso poner buena cara a las críticas, intercambiando palabras y sonrisas con su nueva mano derecha, Eva Montesinos.