El vicealcalde del Ayuntamiento de Alicante y concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, se escudó ayer en el estricto cumplimiento de la legislación para ordenar el cese del movimiento de graneles cinco días antes de dejar sus competencias de gobierno. En su opinión, «ahora tocaba ya resolver los recursos de reposición de las empresas, dejar sin efecto las declaraciones responsables y ordenar el cese de la actividad».

El edil de Guanyar aseguró ayer que la primera vez que Urbanismo exigió la licencia ambiental a la actividad granelera del Puerto fue el 6 de noviembre de 2015. En esos dos años, después de varios encontronazos entre las empresas, la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento, las mercantiles presentaron «sendas declaraciones responsables para regularizar su actividad y en agosto de 2017 les dijimos que ese no era el instrumento de intervención adecuado. Si no solicitaban la licencia ambiental podría decretarse la suspensión de funcionamiento de la actividad. El que avisa no es traidor», sentenció Pavón.

Reunión por los veladores

veladoresMiguel Ángel Pavón también ha rechazado que no se haya reunido en esos dos años para tratar el tema de los veladores. «He tenido cerca de doce reuniones esta legislatura, con los hosteleros y con vecinos para tratar planes de ordenación que ya hemos aprobado o que estamos tramitando».

En esta misma línea de contraataque, Pavón echó ayer en cara a Echávarri que «un imputado y procesado intente ahora apropiarse del proyecto de reurbanización de la Explanada que ha impulsado en todo momento Guanyar. Nos parece realmente patético y da una clara muestra de su oportunismo político y de su nula ética».

El todavía vicealcalde lamentó que Echávarri «intente ocultar o invisibilizar el trabajo que la Concejalía de Urbanismo lleva desarrollando desde hace varios meses». Para Pavón, fue Urbanismo quien planteó a Movilidad la peatonalización de los tramos finales de la Rambla y la calle Bilbao, entre la calle San Fernando y la Explanada. Es más, el edil de Guanyar mostró ayer la propuesta de una lámina de agua con una fuente que «sirva de eje visual a la Rambla».