Ya estaba en la universidad cursando sus estudios de trabajadora social cuando empezó a ser consciente de que la crisis les caía de lleno. Ahora, con 34 años y ni un día cotizado afronta su futuro con inquietud.

Almudena Alarcón dejó los estudios muy jovencita y durante un par de años trabajó cuidando niños hasta que retomó sus estudios. Acabó la ESO y el Bachiller, hizo un ciclo superior de Servicios al Consumidor y en 2008 entró a la universidad porque siempre había querido ser trabajadora social. En 2011 terminó sus estudios y empezó a buscar trabajo. «Cuando empecé los estudios, parecía que iba a haber mucha demanda en el sector social, pero durante la carrera empezamos a ser conscientes de la situación económica y de que empezaba a complicarse el futuro laboral». Al acabar «yo quería independizarme, vivíamos mi pareja y yo con mis padres, y empecé a buscar trabajo». En los últimos años se dedica a cuidar a una persona. «No tiene nada que ver con lo mío y no hay seguridad, pero he intentado encontrar trabajo en mi área a través del Inem, de internet, etc. y nada. Para las bolsas de trabajo de la administración piden experiencia y yo no tengo, así que tengo que hacer lo que hago». Lo malo es que a sus 34 años, Almudena no tiene ni un solo día cotizado. «Imagínate cómo me planteo el fututo. Todo está muy complicado».