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Del dicho al hecho

En tres años Echávarri ha pasado de criticar a los cargos públicos imputados a aferrarse a la Alcaldía pese a estar procesado

Del dicho al hecho

Gabriel Echávarri afrontó las elecciones de mayo de 2015 cargado de munición contra los políticos imputados que se negasen a dimitir. Eran tiempos en los que la vara de mando la ostentaba Sonia Castedo (PP) con dos imputaciones a sus espaldas.

Pese a que la situación judicial del alcalde, con un procesamiento y una imputación, es a día de hoy peor que la de su predecesora entonces parece que sus palabras se las ha llevado el viento, ya que dimitir, de momento, no está entre sus planes más inmediatos. «Las únicas palabras que esperamos de la alcaldesa Castedo es el anuncio de que presenta su dimisión. Lo demás sobra», llegó a decir el regidor socialista en noviembre de 2014. Él tuvo entonces palabras muy duras hacia Castedo, quien acabó dimitiendo por la presión. «Cree que todo el mundo está en contra de ella: policías, jueces, plataformas ciudadanas y partidos políticos». «Vive fuera de la realidad, en una burbuja de palmeros y aduladores y hace mucho tiempo que no pisa la calle». No obstante, en los últimos meses, conforme la maraña judicial se ha ido enredando, el alcalde ha ido modulando mucho sus declaraciones hacia la exalcaldesa. «De mi boca no va a salir ni un reproche ni una mala palabra (hacia Castedo). Ha sido alcaldesa y tiene todos mis respetos», señalaba en diciembre de 2016.

La edil tránsfuga Nerea Belmonte también ha sido blanco de las críticas de Echávarri por su resistencia a dimitir. «Está agarrada con las uñas, garrapateando su silla como concejala», espetó el alcalde en un pleno de abril de 2016. Echávarri llegó a recordar a la exedil de Guanyar que «procede de una formación, Podemos, que siempre ha defendido que los errores se pagan con dimisiones».

Sin embargo, el vía crucis del alcalde no tardaría en llegar y en abril de 2017, casi simultáneamente, trascendía que el interventor detectaba irregularidades en la gestión de Comercio y días más tarde Echávarri despedía a la cuñada de Barcala, los dos casos que hoy le enfrentan a la ley. Durante estos meses, conforme la Justicia ha ido estrechando el cerco al alcalde, él mismo se ha ido desdiciendo en sus intenciones de continuar en el cargo. En abril de 2017 admitía en privado que no continuaría al frente de la Alcaldía si el juez le imputaba por el presunto fraccionamiento de contratos.

19 de noviembre 2014

Medidas contra los imputados

El entonces candidato a la Alcaldía de Alicante proponía modificar el reglamento para dejar sin sueldo ni competencias a los imputados que rechacen dimitir.

22 de noviembre 2014

Palabras duras hacia Castedo

La negativa inicial a dejar su cargo le valió a Castedo duros reproches por parte de Echávarri, quien la llegó a acusar de mostrar una actitud «casi patológica».

18 de diciembre 2014

Críticas por el caso Lloréns

La situación judicial de otros ediles del anterior equipo de Gobierno, como es el caso de Andrés Llorens, también despertaron airadas críticas de Echávarri.

23 de mayo 2015

Negativa a formar un tripartito

Parece que el tiempo sí ha dado la razón al alcade de Alicante en sus reticencias iniciales a conformar un tripartito para gobernar la ciudad. «Está condenado.

26 de mayo 2015

Gobernar con seis ediles

El alcalde se dispone a gobernar con seis concejales, tras la salida ayer de Compromís y el anuncio de Guanyar de que seguirá el mismo camino. En 2015 decía que era una locura.

22 de marzo 2016

Dardos contra Nerea Belmonte

La negativa de Nerea Belmonte a dimitir también le valió duras críticas por parte del alcalde. «Los errores se pagan con dimisiones», le recordó.

1 de abril 2016

Duras acusaciones

El alcalde no ahorraba calificativos hacia la edil tránsfuga Nerea Belmonte tras el escándalo en la adjudicación de contratos menores a una empresa de su entorno. «Está agarrada con las uñas, garrapateando su silla como concejala».

16 de abril 2017

Intenciones iniciales de dimitir

La Fiscalía Anticorrupción decidía el pasado mes de abril investigar el presunto fraccionamiento de contratos y el alcalde admitía en privado que dimitiría si se le imputaba.

9 de junio 2017

Temor a ser un obstáculo

Con las mismas reticencias con las que aceptaba ponerse al frente de un tripartito, Echávarri siempre se ha mostrado dispuesto a dejar su cargo de alcalde en el momento en el que fuesen un obstáculo.

Gobernar en solitario

Pero continuar en el cargo no es el único renuncio en el que ha caído el líder socialista. Las elecciones de 2015 arrojaron un Ayuntamiento más fragmentado que nunca. Tocaba formar un Gobierno y ya entonces Gabriel Echávarri destacaba la imposibilidad de gestionar una ciudad con tan solo seis concejales, algo que previsiblemente ocurrirá con Compromís fuera ya del equipo de Gobierno y Guanyar a las puertas de marcharse también. «Sería una locura por mi parte pretender gobernar sólo con seis concejales», señalaba Echávarri el 26 de mayo de 2015. Precisamente la gestión de la ciudad, con un equipo de gobierno multicolor, ha sido en estos años objeto de preocupación para un alcalde que ahora se dispone a dirigir la nave en solitario. «El día que vea que somos un obstáculo, me iré a mi despacho de abogados», señaló el pasado mes de junio.

Pese a este panorama de «dimes y diretes» parece que el tiempo sí ha dado la razón en algo a Echávarri. Un día antes de las últimas elecciones municipales, aún sin saber que sería alcalde de la ciudad, el entonces candidato socialista cerraba la campaña electoral aseverando: «No quiero un tripartito». En su opinión, gobernar con una coalición «es una locura ya que está condenado a estallar» .

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