María del Carmen Martínez, la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, no pudo pulsar la aplicación de WhatsApp de su móvil WhatsAppmóvil a las 18:55:23 horas del 9 de diciembre del año pasado, el día que fue asesinada de dos disparos en la cabeza en el negocio de automoción que regentaba su yerno Miguel López, porque a esa hora ya había sido localizada malherida por empleados de Novocar que habían llamado al 112 y al propio López, único sospechoso de su muerte, para alertar de lo sucedido.

El registro de la llamada que una administrativa realizó a Emergencias (a las 18:55:01 horas) avisando de que había una persona ensangrentada en el lavadero, y la que hizo el jefe del taller a Miguel López (a las 18:55:10) para comunicarle que algo le había ocurrido a su suegra, desmotan la afirmación mantenida por la defensa de López de que María del Carmen se conectó a las 18:55:23 horas a la aplicación de mensajería y que, por lo tanto, aún no había recibido los disparos a esa hora. El letrado sostiene que este dato exoneraría de cualquier responsabilidad a su cliente, al que una cámara de la carretera de Ocaña le grabó a las 18:38:35 horas en dirección a la finca familiar, por lo que en ese caso sería imposible que hubiera efectuado los disparos.

«En ese momento»

El informe pericial aportado por esta parte la semana pasada mantiene que sería precisamente a las 18:55:23 horas cuando la víctima habría recibido los impactos «ya que en ese momento pulsa sobre la aplicación de WhatsApp pero no llega a mandar ningún mensaje, porque no pudo», precisa el letrado, quien recuerda cómo los disparos le provocaron «el estallido de ambos globos oculares» para apoyar esa imposibilidad de enviar un hipotético mensaje.

Pero a tenor de los datos recogidos en la investigación, cuando el móvil de María del Carmen se activó a las 18:55:23 horas, la matriarca de los Sala no sólo ya había recibido los dos disparos y estaba a punto de fallecer (la autopsia fija el momento de la muerte a las 19 horas) sino que estaba rodeada de al menos dos trabajadores de Novocar (que intentaban auxiliarla) en el exterior del vehículo donde fue tiroteada mientras el móvil se encontraba dentro de su bolso en el asiento del copiloto, por lo que difícil tenía poder pulsarlo.

El citado informe, que tiene que ser ratificado por sus autores ante el magistrado José Luis de la Fuente, instructor de este proceso, pide también que se investiguen «las llamadas entrantes y salientes» registradas en el terminal de la fallecida «con posterioridad» a su muerte, «algunas de las cuales no aparecen en la información entregada al juzgado por la Policía». Entre ellas citan los peritos una de las 20:11:42 horas de ese día, que atribuyen al móvil del hijo de la fallecida, «que ha sido borrada de la terminal, como acredita la pericia», señalan. Asimismo, los peritos afirman que tienen acreditada la realización de doce llamadas desde el móvil de María del Carmen entre las 19:23:25 y las 20:33:48 horas, tras su fallecimiento, unas de las cuales habría tenido como destinataria a la mujer del primogénito sin que tampoco conste ninguna en los listados, por lo que la defensa de Miguel López pide que también se indague. Fuentes policiales explicaron que al juzgado sólo se remiten aquellas llamadas que tienen interés para la investigación.