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A ciegas en un parque de perros en Alicante

Dueños de mascotas alertan de la peligrosidad del pipicán de San Gabriel al no funcionar las farolas y estar el suelo lleno de agujeros

Aunque se han instalado farolas en el recinto para perros de San Gabriel, de momento no funcionan. j. h.

Ahora que anochece tan pronto, los vecinos que llevan a sus perros a pasear y correr al pipicán de San Gabriel se sienten en peligro cuando entran en el recinto puesto que no funciona el alumbrado público y el césped está lleno de agujeros.

«Está todo oscuro, con lo cual pisamos las cacas. Pero lo más grave es que hay muchos hoyos y tenemos miedo a meter el pie y lesionarnos, aparte de que a los perros más pequeños les cabe la mitad del cuerpo. Además, se nos pueden perder o caerse por el barranco de las Ovejas porque no está cerrado por esa parte, o irse hacia las vías del tren», se quejan usuarios como Óscar Blanes y Javier Mínguez, que cada día sueltan a sus mascotas en este recinto que se inauguró hace algo más de dos años.

El caso es que las farolas instaladas en el pipicán no funcionan. Apenas se ve cuando a las siete de la tarde se juntan en este parque de perros hasta medio centenar de animales. «Está muy oscuro, salvo un trozo donde llega algo de luz de la calle. Hay farolas del principio al final pero no alumbra ninguna. Dicen que robaron los cables», explicaron los usuarios, que muestran su queja porque el vallado del recinto esté sin terminar.

«Es una pena ya que han hecho un parque para los animales y lo pasan de maravilla, además es muy grande. De hecho viene gente de otros barrios a traer a sus perros, incluso desde la Albufereta. Pero no hay valla en la parte que da al cauce del barranco. Como el perro vea un conejo al otro lado y salga corriendo, te quedas sin él». Lo mismo ocurre en la parte que da a las vías del tren Alicante-Murcia, donde las mascotas pueden ser atropelladas.

También hay muchas quejas en torno al mantenimiento del parque puesto que el tubo de riego se ha roto en algunos puntos. «El césped se inunda, hay barro y cieno y salen los mosquitos. Algunas personas han puesto maderas para taparlo pero se las han llevado. Y cuando cortan el césped, en lugar de recogerlo, lo dejan por ahí». Además, aunque hay tres papeleras que colocaron hace pocas semanas no suele haber bolsas «y hay gente que no recoge las cacas».

Otra reclamación de los vecinos que llevan a sus mascotas al recinto son los bancos públicos para que, sobre todo las personas mayores, puedan descansar ya que no se ha instalado ninguno. También han visto ratas «que anidan en las palmeras, y no las podan. Los perros a veces se quedan abajo vigilando y las cazan».

No es el primer pipicán que despierta quejas por deficiencias. Los vecinos del PAU de la Playa de San Juan denunciaron en marzo la falta de iluminación y de seguridad en el recinto situado en la avenida Locutor Vicente Hipólito, y en situación parecida estaba el parque de perros del PAU 1 cuando sus usuarios se quejaron de la falta de servicios en la parcela para los animales de compañía.

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